En el valle del río Miño y muy cerca del centro de Vila Nova de Cerveira, en Portugal, en una montaña piramidal de 226 metros en las estribaciones de A Serra da Gávea se localizan las ruinas de la Capela do Espirito Santo.
Poco sabemos sobre ella, tan poco que solo sabemos que nunca fue acabada y lo que vemos hoy son los restos del inicio de los muros laterales y trasero y de la fachada que conserva la puerta adintelada orientada al oeste. Por su estructura rectangular y puerta adintelada parece una capilla del siglo XVIII. Tampoco sabemos su finalidad, aunque teniendo en cuenta los restos arqueológicos de la Edad de Bronce del lugar probablemente se intentara construir para cristianizar el lugar.
Sin embargo, la belleza de este lugar y sus vistas hacen más que aconsejable su subida para luego recrearse con las grandiosas y únicas vistas del valle del Miño y del Océano Atlántico.
Muy cerca tenemos la Capela da Senhora da Encarnação y el mirador de O Cervo.
Los mejores atardeceres que he contemplado, han sido desde este lugar. Imprescindible su visita, aunque cueste subir un poco.
Además del bello paisaje, parece mentira que una simple puerta ruinosa cree un ambiente sin igual.