Capilla y carballo

Carballo y capilla de Santa Margarida

En Mourente se localiza uno de los carballos (Roble común – Querqus robur L.) más longevos de Galicia, el  Carballo de Santa Margarida, el Matusalén de Pontevedra, «el carballo más glorioso de Galicia» y se encuentra en el atrio de la pequeña capilla de Santa Margarida. Cuentan que su edad podría alcanzar e incluso superar los 500 años y es el único ejemplar de una gran carballeira denominada Carballeira dos Gafos, palabra que designa generalmente a leprosos pero también sucios o demonios. Su longevidad, su tamañ

o y la historia que lo rodea han provocado su inclusión en el catálogo de Árbores Senlleiras de la Xunta con el código 80A. Su altura supera los 18 metros y tiene un perímetro medio de 8,50 metros y de copa de más de 20 metros.

Su larga edad provocó que fuera testigo de numerosos episodios entre los destaca en 1846 la reunión bajo su copa de Enrique de Borbón y dirigentes progresistas gallegos como Rubín de Celis o Buceta para derrocar a Isabel II. Castelao también se fijó en él y lo inmortalizó en uno de sus dibujos en Cousas da Vida, así como los artistas Enrique Campos y Manolo Rodríguez Moldes. También es denominado Carballo del Padre Sarmiento quien se refirió a él en sus obras. Durante la Guerra Civil sufrió también el impacto de balazos debido a los fusilamientos allí ocurridos y aún podremos observar sus pequeñas heridas.

Su gran tronco abierto por la mitad se apoya en un banco de piedra en el medio del atrio de la capilla de Santa Margarida. Sin embargo su salud es crítica ya que el pavimento de hormigón de hace cuarenta años asfixió las raíces del árbol gigante. Además el oídio y la presencia de insectos afectan gravemente a su tronco. Entre 2017 y 2018 se tomaron medidas sanitarias para impedir el deterioro de su salud así como anclajes para sujetar diversas ramas que amenazaban caída y la oxigenación del suelo a través de una serie de agujeros.

Entre las tradiciones y ritos nombraremos la que contaba que la pareja que se sentara a su lado se casaría y tendría descendencia y también que las madres llevaban a sus hijos enfermos y los pasaban por la gran hendidura del árbol con el fin de buscar una cura para sus males.

En cuanto a la pequeña capilla de Santa Margarida diremos que se trata probablemente de una construcción del siglo XVII que aprovechó como testero una parte de la capilla original románica de la que podremos ver aún algunos detalles de este arte. Presenta una fachada sencilla con arco de medio punto, un óculo y una espadaña con doble campana y una cruz latina sobre ella. Se cuenta que la mandó construir un hombre que herido por una serpiente se encomendó su salvación a Santa Margarida a quien prometió la construcción de una capilla.

Os dejamos un tuit en donde podremos ver el estado de la capilla y el carballo de Santa Margarida a finales del siglo XIX.

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