En la parroquia de Filgueira, en Crecente, encontraremos escondido y bajo la sombra de la moderna carretera PO-400 que une Salvaterra de Miño con Crecente un antiguo puente de piedra centenario denominado Ponte de Barxelas.
Según la señalización es el regato de Barxelas el que da nombre a este puente aunque en todos los mapas lo veremos nombrado como Regato do Agro, un pequeño afluente del Miño que entrega sus aguas un poco más abajo, cerca del túnel de la línea de ferrocarril Vigo-Ourense.
Este puente que resistió a la construcción de la carretera PO-400 en el año 2004 fue en su día el único paso del importante y transitado camino real que discurría junto al río Miño y que unía Tui con Ribadavia y Ourense, y así mismo con la Meseta.
Se trata de un puente peraltado de piedra centenario de un solo arco cuya antigüedad no está muy clara. Si bien tuvo que tener reformas en el siglo XVIII o principios de XIX se dice que su pasado bien podría irse al medievo.
En los últimos 800 metros del río antes de su desembocadura existen hasta tres puente más. Río arriba el antiguo puente de la carretera quizás de finales de XIX o principios del XX, el de la nueva PO-400 y el último el de la línea de ferrocarril, justo en su desembocadura.