El Pazo de Oca en A Estrada fue levantado a principios del XVII sobra las ruinas de una antigua fortaleza del siglo XV. Las obras fueron acabadas en el año 1730. Antes de su construcción, el lugar, fue motivo de disputas señoriales con diferentes nobles y la iglesia para pasar finalmente a manos del rey Felipe II quién lo vendió a Doña María de Neira, pasando a su sobrino Andrés de Gayoso quién se unió con Doña Constanza, dama de honor de la reina y responsable de la construcción del pazo.
El palacio consta de dos plantas. En la baja está la gran puerta de acceso y en la superior hay una gran balconada. El edificio está flanqueado por una gran torre almenada. En la fachada posterior hay un pórtico del cual desciende una gran escalinata a un patio donde se encuentran las viviendas del servicio y las caballerizas. La vivienda se une a la capilla de San Antonio mediante una balconada levantada sobre unos soportales. En el interior de esta hay tres retablos con 35 figuras esculpidas por José Gambino, uno de los grandes imagineros barrocos gallegos.
En el interior del pazo se conservan unos hermosos y antiguos jardines que han provocado que el pazo sea calificado como el Versalles Gallego o Generalife del Norte.
El Pazo de Oca se encuentra hoy en día en manos privadas y se encuentra catalogado como BIC.