En el corazón del valle de a Amaía, existe una villa que ha tenido un enorme crecimiento en el último siglo, por estar muy cerca de la capital de Galicia, Santiago de Compostela, y encontrarse a medio camino de las playas de Noia y esta última ciudad. Pero Bertamiráns siempre ha sido una zona de paso importante, debido a que el Camino de Santiago discurría por estos lares en dirección al Cabo Fisterra. Además aquí se juntaba el camino que provenía de Negreira por Ponte Maceira, en dirección a Santiago y el de Padrón.
El pazo de la Peregrina (s. XVIII) se ubica en el centro de Bertamiráns, concello de Ames, y forma parte de un conjunto ajardinado creado para el disfrute de los ciudadanos. Se compone de una capilla, conocida como de la Peregrina, donde se realizaban hasta hace poco misas parroquiales y dos edificios auxiliares donde se encuentra la puerta principal y una fuente circular de piedra.
El edificio principal presenta de una balconada y su planta es rectangular, como la planta de muchos pazos gallegos. Su capilla está dedicada al antiguo culto a la Virgen Peregrina, relacionada ésta a la vez con el culto franciscano a Divina Peregrina de Sahagún (1688), destacada localidad leonesa del Camino de Santiago Francés. Esta virgen peregrina de Bertamiráns viste ropa de caminante, con sombrero de ala ancha decorado con la vieira, esclavina, bordón y calabaza para el agua.
Fue propiedad de los Altamira y antes de pasar a manos del concello de Amés, perteneció a los herederos de la familia Azcárraga-Togores.
En la actualidad, las estancias del pazo se utilizan para desenvolver actos culturales, eventos, cursos, etc. También se utiliza a menudo para la realización de bodas civiles en un pazo tipo «casa rural» a un paso de Santiago de Compostela.