En la parroquia de Amoedo (Pazos de Borbén), en el lugar de Lamasusán, se levanta un pequeño y curioso cerro de 324 metros. A los pies de este se levanta un viejo cruceiro que además de la cruz destaca su base, decorada con un relieve centenario en donde aparecen cinco figuras que podrían representar a las ánimas del purgatorio. Recibe el nombre de Cruceiro de Pintado. En la base se abre un hueco en la piedra que podría haber formado parte de un peto.
Muy cerca destacamos también el molino de agua que se encuentra junto a un lavadero moderno. Por delante del molino existe un pequeño sistema de lagunas artificiales con el fin de distribuir el agua para los pastos colindantes. Una pequeña área recreativa completa el lugar. Cabe destacar las curiosas marmitas y forma de las rocas de la superficie de este cerro que hacen dudar de su origen natural.
El lugar es ideal para disfrutar de las vistas de los valles que rodean esta zona y también lo es para iniciar varias rutas por estos montes que se encuentran salpicados de petroglifos y piedras de formas increíbles.