La vía romana XVIII discurría desde Bracara a Asturica y debía atravesar parte de Galicia en diagonal y para ello aprovechó el Valle del Limia para después enfilar hacia Nemétóbriga, ya en Terras de Trives, en donde se localiza el puente por excelencia romano de Puente Bibei.
Cruzaba las sierras y no solo para salvar de posibles peligros en los profundos y frondosos valles de aquella época sino para aprovechar la riqueza minera de estas sierras en su camino hacia Braga o viceversa.
Antes de su paso por el Monasterio de Montederramo, en la parroquia de Santa María de Vilariño Frío, se conserva un puente del que se afirma que perteneció a esta vía. El puente atraviesa el Río Tabenxa que se junta con el Rodicio o de Covas poco antes de la ubicación del puente, situado a poco más de 1 km de donde comienzan a embalsarse las aguas del Embalse da Edrada.
En esta zona el río presenta escaso caudal y profundidad. Su longitud es de unos 22 metros. Se trata de un puente de tres ojos de diferentes luces en donde destaca el central. La rasante es en forma de loma de mula lo que no indica las reformas posteriores medievales o quizás ya del siglo XVII.
Para llegar hasta el puente de Vilariño Frío se ha acondicionado una corta pero interesante ruta temática bien señalizada y con buenos paneles informativos de unos 500 metros que parte desde Vilariño Frío sobre los romanos y sus técnicas de construcción de las vías y su organización militar y social. El puente se conoce localmente como «Ponte romana» y «ponte vella».