Estamos ante un templo único, una joya de la arquitectura de la historia de Galicia. Esta pequeña capilla de Santa Comba de Bande es el único ejemplo prácticamente entero del arte prerrománico en nuestra comunidad. Por tanto hablamos de un origen que se remonta a los los siglos VII u VIII (680), en épocas de dominio visigodo o suevo.
Es muy probable que la iglesia de Santa Comba de Bande formara parte de un antiguo monasterio. Su planta original era de cruz griega con cámaras laterales en la cabecera y la capilla central destacada. En el exterior falta hoy la cámara lateral del transepto sur. La del norte se ha tejado enlazado con las aguas del transepto con lo que se ha roto el juego de volúmenes primitivo, a lo que contribuye el añadido de la espadaña.
Sin embargo lo más destacado es su interior donde existen cuatro arcos de herradura con dovelas desiguales que sostienen un cimborrio cubierto con bóveda de arista con ladrillos. Aunque las bóvedas de arista son de origen romano se piensa que pudiera ser debido a una reconstrucción del año 872. Parte de la decoración escultórica es similar a de los edificios prerrománicos asturianos pero muy poco frecuente en los edificios visigodos, por lo que nos haría pensar en otra reconstrucción en el siglo XI.
La decoración de la iglesia de Santa Comba de Bande se concentra en el arco triunfal que separa la capilla principal del crucero. El arco es de herradura visigótica con despiece irregular. Algunos elementos del interior parecen haber sido de origen romano, lo que no nos extraña por la cercanía de las ruinas del campamento romano del Aquis Querquennis.
Alrededor del templo se conserva también algún elemento decorativo y la pila bautismal de su época románica. Junto al templo también existe una antiquísima fuente que proveía de agua a los monjes del monasterio.
Estamos pues ante un edificio único en Galicia, de orígenes ancestrales que lo convierte en uno de los templos cristianos más antiguos que se conservan en Galicia.
