Iglesia de A Gudiña

Iglesia de San Martiño de A Gudiña

«Todos los caminos llegan a Roma» pero en el caso de Galicia, todos los caminos llevan a Santiago. Y es que eran muchos las vías utilizadas por los peregrinos para su visita a la tumba del Apóstol y a buen seguro que habría muchos más caminos de los que hoy están oficializados.

Camino de Santiago

Una de ellas era el denominado Camino de Santiago Sanabrés, que en el sur de la Península recibe el nombre de Camino Mozárabe y en Galicia a veces también es llamado Camino Gallego del Sur. Este dirigía a los peregrinos que venían del sur a través del camino romano de la Vía de la Plata que los conducía a través de Extremadura hasta Castilla y León. Una vez en la localidad zamorana de la Granja de Morejuela se introducía a Galicia y pasaba por este lugar, A Gudiña, para luego dirigirse hacia Verín.

Iglesia de A Gudiña

Muchos recordaréis A Gudiña debido a que a finales del siglo pasado todos los que se dirigían a la Meseta desde el sur de Galicia pasaban obligatoriamente por su centro por la mítica N-120 y era una de las últimas localidades gallegas antes de abandonar Galicia y antes de afrontar los altos de A Canda y O Padornelo, ya en Zamora, por eso era un buen lugar para hacer un alto obligado y tomar un respiro.

En el centro de A Gudiña tenemos la iglesia de San Martiño construida entre los siglos XVII y XVIII, una fecha a la derecha del arco de medio punto de la entrada que marca el año 1619 así nos lo indica. De la iglesia destacamos su fachada. Sobre la puerta tenemos una hornacina que cobija a la Piedad y que es coronada con una cruz paté o patada. A ambos lados tenemos dos escudos de armas muy desgastados.

Espadaña

Arriba de la fachada hay una espadaña de un cuerpo con doble campana que se corona con un cruceiro. En el atrio destaca una hermosa y centenaria tumba que no debemos dejar de ver.

Junto a la iglesia tenemos la escultura en donde se representa al Beato Sebastián de Aparicio Prado (1502-1600), natural de aquí, A Gudiña. Beatificado en 1789, Sebastián de Aparicio fue un misionero del siglo XVI que viajó a México para predicar por los caminos de Puebla, Tlaxcala, Veracruz y México.

Beato Sebastián de Aparicio

Murió en La Puebla de los Ángeles (Puebla de Zaragoza). En México es un beato muy querido y la escultura que adorna el lugar fue donada a la villa de A Gudiña por la Asociación Nacional Hotelera de la Heróica Ciudad de Puebla de los Ángeles en el año 2000, conmemorando el 400 aniversario de su muerte. Allí, en México, el beato está considerado como el protector de los conductores, ya que recorrió infinidad de caminos y fue uno de los promotores de las carreteras de México.

Tumba

Más fotos

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