Iglesia de San Miguel de Eiré

Iglesia de San Miguel de Eiré

La iglesia de San Miguel de Eiré, en Pantón, perteneció a un monasterio femenino fundado en el siglo XII. Sin embargo se han encontrado restos prerrománicos en el lugar que hace sospechar de la existencia de un templo anterior, de época visigoda, ya que uno de estos hallazgos es una ventana con arcos de herraduras.

De este primitivo cenobio ya no queda casi nada, solo la iglesia, uno de los edificios más peculiares del románico gallego. Sobre sus orígenes apenas sabemos mucho ya que apenas existen un par de documentos en donde se cita al monasterio. Uno de ellos data de 1129 en donde la abadesa pide protección real ante la rapiña de los nobles y de los nuevos señores feudales.

En el siglo XVI pierde su independencia al traspasar sus rentas al Hospital Real de Santiago, trasladándose las monjas al monasterio de San Paio de Antealtares.

Su semejanza a otros templos no podemos buscarla en el románico compostelano ya que poco mantiene de estas tendencias. Sin embargo muestra más semejanza hacia templos de tierras castellanas como Zamora o Ávila. La iglesia es de una sola nave con ábside semicircular precedida de un tramo recto, distribución normal en el rural gallego. Pero destacaremos la excepcionalidad de su torre que se levanta a modo de cimborrio en el crucero. Ningún templo en Galicia presenta esta distribución, aunque se piensa que el monasterio de San Paio de Abeleda pudo haber tenido alguna semejanza en su distribución, aunque hoy no queda nada de esta.

Canecillos

La utilidad de la torre no está muy clara. Por un lado se piensa que pudo tener un carácter defensivo ya que poseía escaleras de acceso por el exterior. Por otro lado no debemos olvidar su uso como campanario ya que en muchos lugares estas construcciones eran llamadas Turris signorum (torres para señales). La nave se cubre con madera y el ábside que presenta frescos del siglo XVI se cubre con bóveda. Destacan la variedad de canecillos que sostienen el alero con motivos zoomorfos, escatológicos y geométricos. La fachada oeste se remata por medio de un frontón triangular que sobrepasa el nivel de la nave y tiene una puerta con un arco de medio punto sin decorar en el exterior.

En el interior de esta si presenta decoración con molduras con bolas. En el segundo cuerpo existe otra puerta que posiblemente diera acceso a alguna dependencia del cenobio desaparecido. Destaca la portada del lado norte por la excepcionalidad de los temas escultóricos que presenta. Se trata de un arco de medio punto con arquivolta baquetonada ornamentada con estrías en espiral y bolas y sostenida por columnas cuyos capitales se decoran con extrañas figuras como una cabeza humana de forma ovalada e invertida. Las dovelas del arco se decoran con rosetas, quedando todo enmarcado con una moldura en zigzag. Debemos prestar especial atención a los motivos Tetramorfos (los cuatro Evangelistas) y de la Adoración del Cordero místico, representaciones únicas en el románico gallego antes del Pórtico de la Gloria.

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