En el Paseo de la Alameda, en el centro de la capital de Pontevedra, se puede admirar las ruinas del convento gótico de Santo Domingo o Convento de San Domingos, el cual fue destruido por los ataques de los ingleses en el año 1719.
Los orígenes se remontan a los siglos XIII-XIV, cuando la orden de los dominicos habitaba el convento. La estructura era de planta de cruz latina de una sola nave y otra de crucero. Constaba con cabecera con una o tres capillas absidiales cubiertas de madera.
La iglesia estaba rematada con una cabecera de cinco ábsides poligonales, destacando el central por su acusada verticalidad, que es reforzada por los alargados ventanales geminados. Estos ábsides se cubren con bóveda de crucería. Esta parte de los ábsides es la que hoy se puede contemplar. Años después el convento fue empleado como panteón de familias nobles en donde destaca los sepulcros con estatua yacente de Tristán de Montenegro y Payo Gómez de Sotomayor.
En los últimos años también se ha utilizado los restos del convento de San Domingos para mostrar diferentes objetos arqueológicos como escudos heráldicos y estelas romanas pasando a formar parte del Museo de Pontevedra.