Al suroeste de Outeiro del Rei, en la confluencia entre el río Ladra y el Miño encontraremos el área recreativa del Campo de Santa Isabel, nombre que recibe por la ubicación de la iglesia dedicada a la santa.
Área Recreativa de Santa Isabel
Este lugar de gran concurrencia en las épocas estivales dispone de un gran área recreativa se localiza junto al río y bajo una gran carballeira. Dispone de aparcamiento, mesas, papeleras y un paseo junto al río que nos llevará hasta un gran molino.
Capilla de Santa Isabel
Unos metros más arriba se encuentra la pequeña iglesia de Santa Isabel, iglesia que se mantuvo en la ruina desde los años 30 del siglo XX hasta el año 1999 cuando fue nuevamente restaurada.
Romería de Santa Isabel
El primer fin de semana de julio se celebra una de las romerías más importantes de Outeiro de Rei en honor a la patrona Santa Isabel. Orquestas, procesión y verbenas se celebran durante tres días.
Molino y caneiro
Uno de los elementos que más nos han llamado la atención es el gran molino que se encuentra unos metros más abajo del área recreativa y el caneiro que retiene las aguas del Miño y que desvía parte del caudal hacia el canal del molino. Este caneiro está provisto de unos «poios» similares a las pesqueiras y que posiblemente fueran utilizados para la pesca de diferentes especies como la lamprea. Entre ellos disponen de una compuerta para regular la entrada del agua hacia el canal.
El gran canal conduce una gran cantidad de agua que permitiría moler grano todo el año. Aproximadamente el canal tiene una anchura de casi cuatro metros y prácticamente 100 metros de largo. El fabuloso molino que hasta hace poco aún estuvo en funcionamiento consta de dos plantas con vivienda todavía en uso. Disponía de dos ruedas de las que aún podremos ver en el exterior las «moas» industriales estríadas que molían el grano. El agua sale a través de dos «infernos» con arco de medio punto.
Más abajo del molino y justo después de la confluencia del Ladra y el Miño existen los restos de una gran pesqueira en forma de «V» compuesta de dos grandes muros de piedra que desde cada orilla se dirigían al centro formando un embudo para concentrar en ese punto la pesca.