En el fantástico paseo del Arenteiro, a escasos metros de la población de O Carballiño y debajo del puente de la línea de ferrocarril que une Santiago y Ourense, sobreviven los restos de un gran y antiguo molino de agua. Se encuentra a escasos metros del puente medieval de Ponte Veiga y por su tipología podemos considerar que su uso se extendió hasta bien entrado el siglo XX. De hecho quedan testimonios escritos de su utilización hasta la finalización de los años cuarenta, donde seguramente la electricidad daría paso a la nueva industria de molienda. Este gran molino llegó a tener hasta cinco ruedas. El río Arenteiro fue retenido en este lugar mediante una presa aún existente para servir las ruedas de este molino.