Junto a la central térmica de As Pontes, cerca de la carpa de cubrición del lignito y al lado de la depuradora discurre el río Eume. En este lugar se han rehabilitado una serie de construcciones rústicas con el fin de albergar y musealizar en un futuro las piezas arqueológicas de la mina de Endesa. El conjunto está compuesto por tres casas y sus construcciones auxiliares como alpendres, hórreos, hornos y dos pozos tradicionales. Su cubrición y muros lo forman la pizarra y la madera.
Justo en este grupo de casasa rústicas se localiza la Iglesia parroquial de Sta. María de Vilavella. Se trata de una pequeña iglesia de una sóla nave con ábside rectangular. Su origen parte del siglo XIII, aunque solo se conserva parte del lateral izquierdo y un ventanal abocinado de estilo románico. Una espadaña de doble hueco corona la fachada. Hoy se venera a Santa María, aunque hace algún tiempo el templo estaba dedicado a San Andrés del Bosque. Un cruceiro completa el conjunto arquitectónico.
Yo viví en el camino de la Vilabella