Castelo da Lúa

Castillo – Castelo da Lúa

La ensenada de Rianxo se forma por la desembocadura del Río Grande, Beluso y de O Te. Este último desemboca en la conocida como Punta y Praia da Torre. Ya este topónimo nos da cuenta de la existencia en este lugar de alguna fortaleza destinada a proteger la costa de los continuos ataques de piratas y saqueadores que asolaban nuestras costas ya desde el siglo VII.

En la punta de A Torre podemos ver estos antiguos restos del Castelo da Lúa en forma de los cimientos y los arranques de gruesos muros de varias construcciones como torres y murallas defensivas.

Castelo da Lúa

Sobre él se construyó una pasarela elevada que cruza el río Te para llegar hasta la playa de A Torre. Es fácil adivinar su antigüedad, ya que amontonados y desperdigados veremos una gran cantidad de buenos sillares con sus marcas de «canteiros» que nos situarían en la época medieval de los siglos XI al XIII. La punta do Pazo o da Torre donde se ubicaba el castillo era rodeada de agua cuando la marea subía.

Restos del castillo de Rianxo

Aunque era ya conocida la existencia del Castelo da Lúa (Castillo de la Luna) no es hasta el año 1999 cuando salen a la luz los sillares conservados bajo la maleza y escombros situados sobre la Punta do Pazo. Según el arqueólogo Víctor Tomás Botella el castillo fue posiblemente construido en el siglo XIII por Paio Gómez Chariño, primer señor jurisdiccional de Rianxo. Como en otros lugares defensivos costeros es lógico que su construcción fuera realizada sobre una más antigua de carácter defensivo.

Dicen que el castillo perteneció a la Orden del Temple para después pasar a la Mitra Compostelana. Con motivo de la revuelta Irmandiña el castillo fue derribado en la década de los 60 del siglo XV. Fue reedificada nuevamente por Suero Gómez de Soutomaior unos pocos años más tarde, hasta que fue derribada otra vez por el gobernador real Fernando de Acuña. Desde finales del siglo XV hasta el año 1532 las ruinas del Castelo da Lúa fueron utilizadas como cárcel. A partir de ese año queda totalmente abandonado y olvidado hasta nuestros días. Sus materiales fueron reutilizados para la construcción de varios templos y edificios como fue la Iglesia de Santa Comba de Rianxo. Se dice que en la segunda mitad del siglo XIX aún era posible observar gran parte del castillo, como sus arcos de entrada, sus murallas y sus fosos.

Con motivo de la construcción del paseo que une la fortaleza con la playa de A Torre, el equipo de arqueólogos de Mario César Vila y Andrés Bonilla Rodríguez, pusieron a la luz más del 50% del yacimiento en donde se descubrió la forma casi rectangular del edificio con una muralla exterior que rodeaba el conjunto, un foso en su lado sur excavado en roca, y otra muralla interior que formaba el patio de armas. En su interior existía una torre de homenaje central flanqueada con dos baluartes y los restos de otras dependencias.

Sillares románicos


Más fotos

Localización – Mapa

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *