Esta pequeña capilla de San Amaro de Arra perteneciente a Sanxenxo se encuentra escondida dentro de un pequeño núcleo de casas de calles estrechas donde abundan las construcciones artesanales tales como hórreos y alpendres rústicos. La capilla de San Amaro es de la Baja Edad Media y se encontraba adscrita al Monasterio de Armenteira. Es de una nave rectangular y su capilla mayor se cubre con una bóveda de cañón y se abre con un arco triunfal ligeramente apuntado que se encuentra montado sobre pilastras. Su fachada es muy discreta.
Destaca un arco de medio punto y la figura del santo sobre ella dispuesta en una pequeña hornacina. Una espadaña de un solo vano corona esta fachada. A la capilla se le añadió posteriormente una sacristía. Sobre el atrio acompaña a la capilla un solitario olivo.
