El pequeño Río Couso discurre encajado en un estrecho valle salvando un desnivel bastante acusado. Su particular relieve hizo que durante años, las fuerzas de sus aguas alimentaran la maquinaria de numerosos molinos. Gracias a la gran restauración llevada a cabo por la Asociación Cultural San Martiño de Couso y la Comunidade de Montes de Man Común, han hecho que estos viejos molinos algunos de casi doscientos años de antiguedad, se conviertan en una joya etnográfica para el disfrute de todo aquel que se acerque a observarlos.
Buena también es la información que se haya repartida por todo el sendero, tanto de los propios molinos como de la naturaleza del lugar. La restauración ha sido tan buena que alguno de los molinos han recuperado su maquinaria y es posible su funcionamiento hoy en día a excepción de uno que ha permanecido inalterado para poder apreciar el estado de abandono en el que se hallaban. El más espectacular es sin duda el llamado «A Molinera» en donde puede verse su gran rueda vertical de madera.
Al descender por el sendero pasaremos por la «Poza do Muiño» un pequeño embalse de piedra cuyo objetivo principal era almacenar el agua y distribuirla por los canales para los molinos inferiores.
Tan sólo una gran pega: Ningún cartel anunciador nos informa de su presencia en la antigua N-120, ni incluso al desviarse hacia ellos. No debemos confundir estos con los Muiños da Laxe, que se encuentran señalizados nada más dejar la nacional, aunque también es aconsejable su visita, así como unos km más adelante el área recreativa del Alto de San Cibrán. De todas formas, esta reconstrucción debe de valer de ejemplo para muchos otros sitios de Galicia. EL 11 de enero de 2009 fue inaugurada la ruta etnográfica e interpretativa del conjunto.
