Monte Castrove contiene restos de un pasado milenario y entre los concellos de Meis y Poio se conservan repartidos varios motivos arqueológicos. Uno de ellos son los petroglifos de O Outeiro do Cribo. Para llegar sale una pista desde la CF-102 que debemos seguir durante 350 metros. A mano derecha nos encontraremos con unas rocas en las que en una de ellas se encuentran labrados diferentes grabados rupestres. Destaca un gran laberinto y un grupo de cuadrúpedos.
A unos 400 metros carretera arriba podremos ver a mano izquierda justo antes de la casa forestal y A Fonte do Lagarto los restos de un dolmen conocido como A Casiña do Mouro.
En este enlace de Patrimonio Galego podremos ver con más claridad los dibujos representados y el fantástico laberinto de O Outeiro do Cribo: