Allariz es dominado por un promontorio de 493 metros de altura junto al río Arnoia, un lugar que dio origen a la villa, pues en su cumbre se levantó un poblado castrexo hace ya más de 2000 años del cual ya poco podremos ver. Sin embargo su posición estratégica sobre río y el camino que llevaba a Ourense fue aprovechado en época de Alfonso IV para la construcción entre los años 1072 y 1078 de una gran fortaleza siendo pieza clave en las luchas contra la vecina Portugal.
El nombre de Penedo da Vela se da en otros lugares de Galicia en relación con un puesto de vigilancia, ya que «vela» proviene del latín (vigila, vigilare, lugar de vela o vigilancia) y aquí bien podemos saber porqué.
Su buenas defensas artificiales y naturales permitieron resistir el asedio de la revuelta de Os Irmandiños en 1475, siendo uno de las pocas en conseguirlo. Ya a finales del siglo XIV y principios del XV sufre una gran reforma. De aquella contaba con una planta rectangular y cuatro torres circulares en las esquinas.
En 1848, once años después de la desamortización, se subastaron los restos del castillo, siendo comprados por el ayuntamiento. Con su piedra se construyó el caserío que se encuentra junto a la atalaya y gran parte del empedrado de la villa. Parte de la piedra también fue comprada por por el contratista que realizaba los trabajos de la carretera Ourense-Zamora.
Me llama la atención el hecho de que muy contadas veces, como en la entrada de hoy, hay tomas de centros urbanos, calles, avenidas, auopistas. ¿Lo urbano no es mágico? Si no lo es, ¿cómo se explica que la gran población viva en ese medio?
Todo es mágico Jorge… pero lo que más nos llama y más nos gusta son otro tipo de ambientes, por eso verás en esta página muchos más que espacios urbanos. De todas formas las ciudades atraen gente por diversos motivos, como se supone más oportunidades laborales, acceso a una sanidad especializada más cercana, comunicaciones y a veces hasta comodidad…