La Cascada del Barbantiño es conocida a veces como Fervenza do Cachón y otras veces es mal denominada como de Viñao ya que esta población queda en Punxín, un tanto alejada de ella. La palabra «cachón» es utilizada en Galicia para señalar algo que produce burbujas o espuma, con lo que nos topamos con este topónimo en varios lugares de Galicia, como en A Teixeira, en plena Ribeira Sacra. El río Barbantiño hace de frontera política con los concellos de Maside y Amoeiro.
El salto de la Fervenza do Barbantiño salva un desnivel de unos 15 metros sobre el suelo rocoso y en época de lluvias se convierte en un verdadero espectáculo. Sin embargo, su curso está sujeto a las reglas de una minicentral hidroélectrica de finales de la década de los 90 que merma su caudal durante determinadas épocas del año.
Para llegar hasta esta hermosa fervenza, basta con seguir el Camino Natural do Barbantiño río abajo. Desde el puente de la OU-524 sobre el río se puede coger la ruta, ya que esta es la manera más corta para llegar, con un recorrido de sólo 1,7 km. De todas formas, es aconsejable comenzar la ruta desde las surgencias termales en O Bañiño, en A Forxa, y recorrer los más de 7 km de hermoso e incomparable sendero, hasta llegar al puente de San Fiz.
En el lugar se encuentran una serie de molinos de agua reconstruidos conocidos como Muíños da Penas, y desde ellos se accede sobre una pasarela metálica a la parte superior de la Fervenza do Cachón, desde donde se divisa O Pozo do Inferno y sus verticales caídas.
Un puente también metálico, desde del que se observa frontalmente la fervenza, atraviesa el río y una pequeña área de descanso completan este idílico lugar. Además en la parte de Maside se encuentra otro área recreativa, a apenas a 1 km del lugar, en dirección al pueblo de San Fiz. El agua, la roca y la naturaleza de este lugar forman un hermoso conjunto de armonía sin igual.