La cordillera de Monte Torroso comprende los concellos de O Rosal, Oia y una pequeña parte de A Guarda. Se trata de una serie de cumbres dispuestas en paralelo a la costa atlántica desde las cuales disfrutaremos de unas magníficas vistas oceánicas de la hermosa costa de estos tres concellos en donde sobresale la silueta inconfundible de Santa Trega, el punto más suroccidental de Galicia, en donde el Miño desemboca.
Esta cordillera acoge una serie de esculturas labradas aprovechando las mismas rocas que miran al océano y que representan diversas figuras zoomorfas. Son conocidas como Esculturas de Monte Torroso.
Entre este mítico monte de Santa Trega y el Alto da Cruz da Portela encontraremos tres cumbres que rondan entre los 300 y 400 metros situadas todas en el concello de O Rosal. Uno de ellos, el de más al sur, es el propio Alto do Torroso (369 m). De los otros dos tenemos ciertas dudas en su denominación, pues en algunos mapas el del medio lo llaman Alto de Camisalva (331 m) mientras que en otro esta denominación la sitúan hacia la otra cumbre. Nosotros llamaremos al situado más al norte como el Alto da Campana (316 m), en referencia a los petroglifos que así se llaman. Esta cumbre es la que visitaremos en esta ocasión para conocer las esculturas de Monte Torroso.
Para llegar a las esculturas de Monte Torroso o Alto do Torroso debemos seguir la carretera que une Marzán y que llega hasta Portocelo o San Xián, a unos metros de la costa. En mitad de camino nos encontraremos con el Alto da Portela, lugar obligado de paso antaño para los que desde la costa se dirigían hacia el valle del Miño en O Rosal. En este lugar tendremos un área recreativa con unas fantásticas y privilegiadas vistas del Atlántico. Muy cerca de allí, la denominada Cruz da Portela, actualmente de factura moderna, pues tuvo que ser sustituida en varias ocasiones por actos vandálicos. Se cree que la citada cruz original desaparecida podría tener su origen en el siglo XVII.
Es junto a este área recreativa en donde deberemos dejar nuestros vehículos para acercarnos a descubrir no solo las esculturas de Monte Torroso sino también el espectáculo maravilloso que nos ofrece esta costa en unión al océano. Además también aprovecharemos para conocer los petroglifos del Alto da Campana.
Simplemente deberemos seguir una pista justo en frente que nos llevará directamente a la cumbre. Para ello pasaremos por los restos de un campo de tiro en donde podremos ver diversas instalaciones abandonadas que hoy hacen de miradores improvisados. Uno de ellos recibe el nombre de Mirador de San Vicente. A mitad de camino, a unos 500 metros del punto de inicio deberemos guiarnos por la intuición y desviarnos hacia el acantilado para ver los petroglifos del Alto da Campana, un conjunto de grabados rupestres con coviñas, serpentiformes, círculos e incluso molinos naviculares. Todo ello pareciendo decorar un recinto sagrado y ritual que se completa con las piedras centrales en forma de altar, en donde la piedra más alta tiene una gran pila con desagüe en la parte superior. No es difícil comprender la situación de estos recintos sagrados, ya lo notaréis vosotros mismos.
Seguimos sin desviarnos de la pista de tierra hacia el alto da Camisalva pasando por una torre que alberga un radar de control marítimo. Aunque no sabemos exactamente su función bien podría ser un radar perteneciente al sistema de vigilancia costera (SIVE) de la Guardia Civil (fijaros en el verde de la torreta), sistema empleado para la localización de embarcaciones sospechosas entre otras cosas. A la vista tenemos una cámara óptica y otra de infrarrojos, además del sensor del radar en lo alto.
Ahora llegamos prácticamente al alto, justo al desvío que se convierte en hormigón para acceder a las antenas de comunicaciones del punto más alto. Allí mismo existen unas rocas a la derecha que se elevan por encima de la altura del camino. Detrás encontrareis el conjunto escultórico de Monte Torroso, en el cual podréis llegar a encontrar hasta media docena de esculturas. Ahora encontrarlas es cosa vuestra. Mucho ojo, sobre todo para los niños, no es lugar adecuado para ellos debido a las pendientes y la situación de las esculturas.
Las esculturas de Monte Torroso fueron creadas e ideadas a mediados de la primera década del siglo XXI por Pepe Antúnez Pousa, Félix G. Fidalgo e Alejandro Durán, aprovechando diversas rocas y su forma natural dándoles un aspecto zoomorfo e incluso antropomorfo.
No dejéis pasar la oportunidad para subir a la cima y disfrutar de las majestuosas vistas que nos ofrece el océano Atlántico, los montes de Torroso, Santa Trega en A Guarda y también del valle del Miño hacia el interior.
Desde zaragoza volvere a conocerlo. Gracias poir vuestro trabajo. Salud
Gracias a ti por valorarlo!
hola, era para saber si es larga o mas bien corta la ruta, un saludo jose
Buenas, desde la carretera asfaltada no son más de 1 km por una pista de tierra.