En la Comarca do Condao encontraremos la apacible parroquia de Taboexa, una de las trece parroquias de As Neves. Es casi seguro que el origen del topónimo «taboexa» sea romano y bien podría derivar de «tabulae» (tabla) y así se podría interpretar si conocemos uno de los petroglifos de la zona que se asemeja a una tabla de juegos. Otras de las hipótesis es que su origen significara «tabla vieja» o incluso que proceda de «tabulatum», una alfombra de ramas o maderas.
Esta parroquia de As Neves rezuma historia por los cuatro costados. Son muchos los vestigios históricos que han llegado hasta nuestros días. Además de los numerosos grabados en forma de petroglifos y otros hallazgos milenarios, la parroquia de Taboexa cuenta con uno de los castros más legendarios de la comarca, el castro de Altamira, alojado en una pequeña montaña cuya silueta tan característica da forma a esta parroquia.
Se dice que además de un poblado castrexo, el lugar podría haber sido un santuario y una fundición romana. Junto a este y con el fin de cristianizar las numerosas leyendas del yacimiento se construyó la capilla de San Bartolomé. Tanto esta capilla como el castro se encuentran detrás de la iglesia parroquia de Santa María de Taboexa.
Por debajo del castro, en dirección oeste, se levanta la iglesia renacentista de Taboexa. Se construyó en 1544, sobre una construcción de origen románico y posteriormente fue modificada en varias ocasiones. Se conserva su portada realizada mediante un arco de medio punto que se cubre con un pequeño torna lluvias. En esta fachada se aprecia su remate barroco.
En el interior destaca su cubierta abovedada y las esculturas de San Benito y San Mamede. Junto a la iglesia está el cementerio parroquial en donde podremos observar varias tumbas interesantes del siglo XVIII y XIX.
Taboexa cuenta con parte del mítico Monte de San Nomedio, del que cuentan que podría haber sido el legendario Monte Medulio, escenario de uno de los episodios más famosos de la época de la conquista romana.
