El río Louro nace en A Serra do Galleiro, a 600 m de altitud. El paso por varios polígonos industriales ha propiciado que desde hace más de cien años sufra un intenso acoso ambiental y una alta presión ecológica. Sin embargo los últimos años han abierto un ápice de esperanza para el futuro del río, pues se ha intentado poner en valor sus riberas y su riqueza faunística con la construcción de un paseo que discurre junto a su cauce.
El río se encuentra prácticamente en su totalidad canalizado, lo que no es condición para que sus riberas nos muestren una vegetación exuberante y frondosa. Diversos puentes de madera y su allanado camino hacen que sea un paseo agradable a pie o en bicicleta a lo largo de sus dos orillas. Más adelante, en dirección a Tui se encuentra un espacio de alto valor ambiental, las conocidas como Gándaras de Budiño.