El denominado como Bosque dos Grobos es un lugar especial, un lugar en donde la naturaleza ha esculpido a lo largo de miles de años un paisaje mágico digno de formar parte de cualquier novela de fantasía.
A pesar de haber leído en diferentes publicaciones que Os Grobos tenía un acceso complicado, la verdad es que esto no es cierto, al contrario, su acceso es sencillo y muy fácil de encontrar. La cuestión es acceder desde donde se debe, no habrá peligro y el paseo es muy corto.
El Bosque dos Grobos se localiza en la parroquia de Agüeira, concello de Becerreá, junto a la carretera A Coruña-Madrid, la N-VI. Ese es el problema de su acceso, ya que muchos creen que se puede dejar el vehículo en el pequeño arcén de esta carretera nacional. Esto representa un gran peligro para los demás usuarios, además de la posibilidad merecida de una buena multa. Tampoco debemos dejarlo en cualquier hueco que encontremos, ya que la entrada y salida de vehículos a la nacional conlleva también un gran riesgo.
Debemos saber que el Bosque de Os Grobos está en terrenos privados y por ello debemos también respetar a sus propietarios, quienes por cierto, no tienen problema en que la gente se deleite con este espectáculo natural siempre y cuando actuemos con civismo y no causemos molestias innecesarias.
Por todo esto os contaremos cual es la mejor forma de llegar hasta este lugar tan especial, sin riesgos, sin molestias y mediante un corto paseo de unos 200 metros. Tampoco deberemos caminar por el arcén de la N-VI y ni siquiera tendremos que cruzarla.
Tan solo debemos llegar al cruce que nos llevará por el tramo antiguo de la nacional hacia el lugar de Agüeira. Pasaremos junto al ya histórico poste miriamétrico de la nacional VI, un mojón kilométrico que podría tener más de 120 años.
Al llegar a Agüeira nos detendremos sin problemas junto a una fuente al lado de la carretera. Allí tenemos una señal de madera que nos indica la dirección a seguir para llegar al Bosque dos Grobos. Y el paso no es otro que un túnel que atraviesa bajo la carretera nacional para dar salida a las aguas del Regueiro dos Fontaos y que también cuenta con un paso peatonal. Nos adentraremos por él y al salir seguiremos una pista a la izquierda. Unos pocos metros y un sendero que asciende nos adentrará al Bosque de Os Grobos. Abajo os dejamos el sencillo mapa para llegar hasta él sin problemas.
Esta obra de la naturaleza conocida como Os Grobos ocupa una extensión de más de 60.000 m², 6 ha de geología y naturaleza.
A grandes rasgos, un paisaje kárstico se forma mediante la erosión del agua en piedras calizas durante un lento proceso. El dióxido de carbono de aguas ácidas provoca que las calizas cambien su composición química creando bicarbonato cálcico, que es muy soluble. Al penetrar en las fisuras de las rocas estas se van disolviendo formando caprichosas formas. En la siguiente imagen vemos el relieve y como la montaña va cediendo y formando Os Grobos de Agüeira.
Estos lugares normalmente no tienen agua en su superficie, ya que esta se filtra hacia capas inferiores provocando la erosión y desplome de las rocas formando cuevas y cavidades de fantasía.
El Bosque de Os Grobos es un paisaje kárstico, al igual que el Val das Mouras de Mercurín, pero este abarca una extensión mucho mayor. Veremos las caprichosas formas que adoptaron las gigantescas rocas, nos perderemos por este laberinto natural lleno de grietas y pasos rocosos. La caprichosa geología está cubierta con un manto verde muy especial, formado por musgos y líquenes que adorna este espacio mágico. Además, otras especies entre las que destacan los acebos y helechos, compiten con árboles centenarios como son los castaños.
Esta zona natural está englobada dentro de la Zona de Especial Conservación (ZEC) Cruzul-Agüeira y forma parte de la Red Natura, espacios naturales que tienen como eje principal el valle del río Navia, el cual discurre a unos metros del Bosque de Os Grobos.
Las fotos no muestran la verdadera belleza del lugar, por lo que nada mejor que conocerlo en persona y descubrir la magia de Os Grobos.
La singularidad de este bosque de Os Grobos inspiró películas como El Bosque del Lobo, una película dirigida en 1970 por Pedro Olea.