Entre los límites de los concellos de Ponteareas y Salceda de Caselas se encuentra un lugar conocido como el alto de San Cibrán, en cuya cumbre, entre rocas gigantes, se encuentra una ermita.
Curiosamente, como otras capillas de esta comarca, se eleva a una altura de casi 430 metros. En este lugar se dice que hace casi dos mil años el Apóstol Santiago se paró a predicar haciéndolo desde lo alto de una de estas enormes rocas.
El acceso es fácil, ya que a principios de siglo fue asfaltada su pista. En el lugar encontramos la capilla en una planicie, rodeada de rocas gigantes. En el punto más alto se sitúa un cruceiro que tiene más de cien años, en cuya base se encuentran dos placas de mármol con el nombre de las parroquias que celebraron la bendición hace 100 años y por el otro lado otra placa con las parroquias que lo hicieron en su centenario, en el año 2000.
La ermita pertenece al la parroquia de Guláns (Ponteareas), pero parte del área recreativa está en suelo de Salceda de Caselas, en A Picoña. Así pues, las dos parroquias celebran la fiesta juntos pero con actos separados. Sólo la misa es única para las dos. La iglesia se haya en medio de grandes rocas, de las que llama la atención una por su exagerado tamaño. En los alrededores podremos disfrutar de su área recreativa, así como de las grandes vistas de los valles del Tea y concellos limítrofes. Las fiestas en honor al Santo la celebran las dos parroquias el mismo día: El último domingo de mayo y el día de San Cibrán que se celebra el 16 de Septiembre. Ambos días se realizan grandes romerías.
En este Alto de San Cibrán también tenemos los restos, aunque invisibles, de un castro milenario. Poco se puede apreciar, más que restos de murallas enterradas y parte del foso. Muy cerca tenemos el mirador de San Cibrán de Guláns, perteneciente a la red de miradores de O Condado – Paradanta.
En las proximidades podremos visitar «os Muiños da Laxe» y los muíños do Couso.
