Tenemos ante nosotros uno de los pocos monumentos megalíticos tipo menhir conservados en Galicia y quizás sea este de San Martiño de Gargantáns el más conocido. La palabra «lapa«, en gallego, entre otras acepciones designa a una piedra que señala un enterramiento. Sin embargo el objetivo final de este tipo de piedras aún no está muy claro pudiendo ser un monumento funerario o bien una marca de señalización e incluso hay quién se atreve en ver monumentos relacionados con el sol o con las estrellas.
Este, de Gargantáns, es trata de un monolito de de 2,35 metros de los cuales sobresalen del suelo 1,92. Presenta una forma triangular cónica y en él se encuentran diferentes tipos de grabados, como coviñas y otros símbolos como la «U». Sabemos su antigüedad que se remonta al neolítico, en pleno megalitismo (3000-2000 a.c.).
El origen y la naturaleza de la piedra fue descubierta en el año 1958 por el maestro de la parroquia Don Carlos Paratcha Vázquez quién descubrió también otro posible menhir en el mismo concello conocido como la Cabeza de San Pedro que es un pequeño monolito con una enigmática y ruda cabeza grabada. La Lapa de Gargantáns es uno de los monumentos más representativos de este municipio de Moraña que incluso se encuentra en el escudo de Moraña.
En el año 1980 el monumento fue levantado y trasladado de su lugar original aproximadamente unos 500 metros ya que antes del traslado servía de linde entre las parroquias de San Martiño de Gargantáns y Santa Xusta de Moraña. Esto obligó a realizar rápidos trabajos de arqueología que podrían indicar que el megalito fuera parte de uno más grande. Entre este menhir y la iglesia románica de San Martiño de Gargantáns se levanta una loma de 259 donde existen los restos de un asentamiento castrexo conocido como el Castro de Paraños y que está completamente desconfigurado siendo hoy una zona de plantación de especies arbóreas de rápido crecimiento.