En Porriño y en la parroquia de Chenlo, en una ladera del monte donde se ubica la Capilla de A Virxe das Neves (528 m) desde donde se contempla gran parte del Val do Louro, se encuentra una serie de molinos de agua distribuidos a lo largo de un pequeño arroyo llamado Regato da Fervenza, también conocido como Regato de Chenlo.
No debemos confundirlos con los cercanos y vecinos molinos de Mosende, también denominados de O Monte da Cañota.
El nombre de A Fervenza se debe a una espectacular cascada conocida como San Xoán que en épocas de lluvia forma un espectacular salto aguas abajo de este punto y que es conocida como Fervenza de San Xoán. La única pega es que el entorno de esta cascada está muy deteriorado y una carretera la cruza justo a sus pies.
A lo largo de unos 500 metros los molinos de Chenlo aprovechaban las aguas del arroyo para hacer la harina hasta siete molinos. Cada molino tiene su propio nombre, a buen seguro en honor a los propietarios de cada uno. Son conocidos con los nombres de muíño de Roxa, de Anao, de Silva, de Laxe, de Rosquilleira y de Roxelia. Estos últimos, aunque integrados en la misma serie de molinos, reciben el nombre de Muíños de Filgueiras. Son los situados en la parte más alta, encontrándose en una zona conocida con el mismo nombre.
Todos los molinos son de piedra del país cubiertos con tejados a una y a dos aguas. El lugar está acondicionado con un sendero y puentes que cruzan el río e invitan a visitar cada unos de los molinos. Además el río se encuentra rodeado de una magnífica vegetación y en su discurrir forma pequeñas pero bellas cascadas.
La rehabilitación de estos molinos de Chenlo ha sido llevada a acabo en dos fases comprendidas entre el 2001-2003 y otra entre los años 2003 a 2004. Su recuperación ha sido llevada a cabo por el Concello de Porriño, la Consellería de Traballo y el Fondo Social Europeo.