Por esta zona de Mos circulaba una antigua calzada romana que unía Bracara Augusta con Tui y Santiago. Este lugar es también paso de peregrinos que caminaban hacia la tumba del Apóstol. A los pies de este vial, al lado de la Iglesia de Santa Baia de Mos, se construyó en el siglo XVII (1710-20) un pazo para albergar a la familia de los marqueses.
Su estructura era en forma de «L» y se construyó en dos fases, primero la ala este y luego la norte. Aquí vivieron los marqueses, hasta que un incendio y los invasores franceses lo destrozaran casi totalmente.
En la década de los 70 pasó a ser un matadero perteneciente a los Frigoríficos do Louro, para después pasar a manos del Grupo Coren, en los 80. Unos años después, Coren cedió el edificio a los vecinos. Su estructura renacentista se compone de tres plantas en donde sobresalen los tres balcones de granito labrados y las dos chimeneas rematadas en esfera de estilo herreriano. De destacar es el escudo de la Casa de Mos que en el siglo XIX da origen al actual emblema municipal.
El Coto de Mos perteneció a la Casa de Soutomaior. El primogénito de Pedro Álvarez de Sotomaior, más conocido como Pedro Madruga, se apoderó de esta casa cuando fue desheredado por su padre. Después de varios descendientes, el pazo paso a manos del séptimo Marqués de Mos, que era Don Fernando Quiñones de León y Elduayen.
La Casa de Mos estuvo originariamente en otro lugar conocido y era llamado el Pazo Vello. Hoy día no existe ningún resto de esta vieja casa. El marquesado de Mos se obtuvo en 1586, concedido por Carlos II a Gabriel de Quirós, primer Marqués de Mos.
El marquesado ha llegado hasta nuestros días a manos de Mariano Pérez y Pérez de Castro, título que mantiene la familia desde que fue entregado el título al cuarto marqués de Mos, en 1776.
Después de un gran periodo de abandono y ruina el pazo de Mos fue reconstruido en la primera década del siglo XXI y hoy en día es utilizado para diversos actos vecinales y municipales.