Dos de los hórreos más largos y grandes de Galicia se localizan en el concello de Carnota. Se tratan de los conocidos como el de de Santa Comba de Carnota y el de Santa María de Lira. Ambos mantienen la misma tipología. Están construidos con piedra de granito y descansan sobre un sinfín de pares de pies (22). Su cubrición es a dos aguas a base de teja del país. Su utilidad era de almacenaje de grano y de secadero ya que al tratarse de lugares oscuros y aireados eran lugares idóneos para eso. Además los «tornaratos» servían para mantener alejados a los roedores y así evitar que se estragara la cosecha.
Muchos de estos grandes hórreos, como el caso del de Lira y el de Santa Comba, formaban parte de un conjunto formado por, como no, la iglesia parroquial, la casa rectoral y un gran palomar. Esto nos da la idea del poder del clero en siglos anteriores. Sin embargo, su construcción era posible gracias a la ayuda y a las aportaciones económicas de los vecinos que veían en ello una forma de «salvación» y de obtener favores eclesiásticos.
Para cuando se estaba acabando el hórreo de Carnota se comienza a construir, posiblemente para rivalizar, el hórreo de Lira, que fue construido entre 1779 y 1814. Al igual que el de Santa Comba está sostenido por 22 pares de pies. El hecho de concluirse más tarde permitió a los vecinos crear el segundo hórreo más grande de Galicia, por delante del de Santa Comba de Carnota. Su longitud alcanza los 36 m, por los poco más de 34 de su vecino rival.
Sin embargo, el de Lira es el hórreo más largo de esta tipología de Galicia pero no debe considerarse como el más grande de la comunidad, pues en Araño (Rianxo), existe un hórreo que supera a estos dos. El de Araño alcanza los 37 m de longitud, aunque destaca la ausencia de pies, lo que hace que algunos no lo consideren así. Podemos asegurar pues que el hórreo más grande (largo) de Galicia es el de Santa Baia de Araño ya que nadie puede decir que este no sea propiamente un hórreo.
Junto al hórreo destaca un gran palomar que en su antigüedad estaba pintado de blanco. Junto a estos se levanta la iglesia parroquial de Santa María de Lira, de estilo barroco clasicista y que fue construida en el año 1607, aunque fue reformada en los siglos posteriores. La forma actual de la iglesia data del año 1825 en donde sufrió las últimas modificaciones.
Además del gran interés del conjunto artístico arquitectónico resalta el entorno en donde se encuentra, ya que ante nosotros podremos ver unas hermosas vistas de la costa. Digno de recorrer son las callejuelas que rodean la iglesia y que nos darán una idea de la arquitectura popular de A Costa da Morte.