Nos encontramos en la parroquia más pequeña de Galicia, San Pedro de Donas, que cuenta con una extensión de 1,20 km2 y una población en 2014 de 19 habitantes. El topónimo «donas» proviene del convento de Breixome, antigua residencia de monjas benedictinas.
La pequeña parroquia de Donas forma parte de la ruta del Río Grande que parte desde Codeso. Esto es porque en sus límites descubriremos una surgencia de agua minero medicinal y una espectacular fervenza que en épocas de lluvia forma uno de los saltos de agua más altos de esta comarca.
El río Pontillón, afluente del Ulla, recibe varias aportaciones de pequeños regatos durante su curso. Dos de ellos forman antes de su unión con el Pontillón dos fantásticas fervenzas. Una es la Fervenza de Codeso y la otra es la que nos ocupa: La Fervenza de Donas. Este salto de agua está formada por un pequeño regato cuyo nombre desconocemos que nace junto a la capilla románica de Nosa Señora da Fonte a una altura de 178 metros. Durante tan solo 2 kilómetros de recorrido desciende desde esta altura hasta los 90 metros en donde se encuentra Donas.
Muy cerca del pequeño casco urbano hay un lugar en donde el río debe saltar unos 40 metros para evitar el desnivel casi vertical del regato. Para encontrarla debemos llegar a Donas y pasarlo unos metros en dirección a Ponte Ledesma. Allí existe un pequeño sendero que durante un corto recorrido de unos 50 metros nos llevará hasta los pies de la cascada.
Observamos en nuestra visita que el entorno de la Fervenza de Donas no está muy cuidado y abundan las malas hierbas y la vegetación no autóctona. Para admirar este salto de agua debemos ir después de alguna lluvia pues el escaso caudal de este regato hace que en época seca pueda estar prácticamente seco.