En el año 1979, 210 hectáreas de los montes de Cristiñade fueron clasificados como vecinales. Estos estaban dispuestos en dos parcelas que reciben el nombre de Bouza da Vaca y A Fraga do Rei. Forman parte del macizo forestal de San Cibrao.
En A Fraga do Rei existe un área recreativa en medio de un hermoso y frondoso bosque de carballos y castaños. La palabra «fraga» en gallego se refiere a un bosque de carballos y el topónimo «rei» no sabemos el porqué de su existencia en este topónimo, aunque es posible que fuera en referencia a algún noble o persona de poder. A veces también se denominaban «de Rei» a diferentes terrenos con plantaciones de árboles para su uso como madera destinadas a la casa real hispánica.
El área recreativa fue adecuada en 2001 por la Comunidade Veciñal de Montes en Man Común de Cristiñade y fue dotada de mesas, barbacoas e incluso servicios. Aquí se celebran grandes romerías, como la del último fin de semana de julio conocida como la Fiesta del Monte. Por el lugar discurre el ragato conocido como Maceiras que entrega sus aguas al Simona que al mismo tiempo es afluente del río Tea.
El lugar también es parte de una ruta conocida como Roteiro dos Montes de Cristiñade. Existen muy cerca varios yacimientos en donde aparecieron cerámicas y un petroglifo conocido como o Penedo da Hedreira.
Una fraga es un bosque de distintas especies caducifolias no sólo de carballos, eso es una carballeira.