El espacio intermareal que se forma en el Río Ulla antes de la desembocadura en la Ría de Arousa, ha sido siempre apreciado por la calidad del barro que se forma en sus orillas. Este barro ha sido utilizado desde hace cientos de años para la fabricación de tejas, ladrillos y otros productos.
Los mismos conquistadores romanos aprovecharon el barro para la fabricación de diversas piezas, y prueba de ello son los objetos encontrados a orillas del río Ulla. En los siglos XVIII y XIX, las telleiras son nombradas en el Catastro de Ensenada o en el Diccionario de Pascual Madoz.
Esta producción cesaría con la llegada de los nuevos hornos y sistemas de producción mucho más avanzados a partir de la primera década del siglo XX. Aún así, la producción artesanal de las tejas ladrillos no cesaría hasta los años 60.
En el concello de Valga existen diferentes restos de telleiras asociadas a esta labor y entre ellas destacan las de la parroquia de Cordeiro, las llamadas Telleiras de Vilar, justo enfrente de la Illa de Bexo en el Río Ulla. Estas dos telleiras reciben el nombre de Telleira de Roeiro y Telleira de Padín.
Estas telleiras de Vilar se encuentran entre el río Ulla y el Monte Craveira, para algunos mapas Cabreiro. Esta cima de 57 metros de altura tiene los restos de un molino de viento, construcción muy habitual en estas comarcas en el siglo pasado.
Telleira de Roeiro
Esta telleira es una de las mejor conservadas, y aún se puede ver los restos del horno, el embarcadero y las viviendas de los telleiros. El propietario del horno era Secundino Rodríguez Castaño quien construyó la edificación en un momento indeterminado de la primera mitad del siglo XX. Su actividad duró hasta mediados de la década de los años 40.
La gran peculiaridad de este horno es que es circular, diseño nada habitual en este tipo de construcciones, que suelen ser cuadrangulares. Por eso, algunos investigadores sospechan que este podría tener un origen romano. Esta forma no era la ideal ya que el espacio no era tan aprovechable para una mejor colocación de las tejas que las cuadrangulares .
Telleira de Padín
La otra construcción se sitúa a tan solo cien metros de la Telleira de Roeiro. Esta sí es cuadrangular y fue la más reciente en ser construida, allá por el año 1942. Este horno estuvo activo hasta el año 1960, ya que a la muerte del propietario Padín sus hijos no continuaron con este duro oficio.
Estas dos telleiras de Vilar conservan restos de las partes primitivas de las edificaciones auxiliares, como el lugar para almacenar la leña (leñeira), la vivienda de los trabajadores (chabolo), el canal de entrada para los barcos (tanque), el lugar para el amasado del barro (pías) y la zona donde se secaban los productos acabados (eira).
Tanto la Telleira de Padín como la de Roeiro quedaron abandonadas y sin uso hasta nuestros días, lo que provocó que parte de este legado arquitectónico se perdiera.
En septiembre de 2022 comenzaron los trabajos para la limpieza y puesta en valor de los restos de estas dos telleiras de Valga y la consolidación de los muros. Esta recuperación fue posible con la ayuda del Fondo Europeo Agrícola de Desenvolvemento Rural: Europa inviste no rural. El importe de esta ayuda ascendió a 17.514,75 € de un total de 24.199,36 €.
Si os interesa este oficio y sobre todo en relación con este concello de Valga, es de obligada lectura As Telleiras de Valga e Comarca e As Fábricas de Cerámica (1850-1965) de Alejandro Fernández Palicio.
