Una ruta más que preciosa, divertida, sencilla, con la naturaleza en todo su esplendor
En ella te encontrarás con rinconcitos para respirar y sentir que la naturaleza y vosotros sois solo uno.
Os diré que A Estrada nos ha sorprendido nuevamente y muy gratamente con esta ruta
Os la recomendamos como una gran apuesta para cualquier estación pero especialmente en otoño.
Encontraréis en el recorrido puentes de madera
Y puentes en los que la naturaleza cobra aun más protagonismo reclamando su espacio y haciendo que cruzarlo sea de lo más divertido.
En éste puente tendrás que ir esquivando los árboles que se pondrán en tu camino.
Justo debajo esta nuestro amigo árbol que antes eran el puente por el que muchos cruzaban y esas ramas salvaron a más de uno de una buena mojadura.
En este lugar encontrarás fervenzas secretas, ahí va la foto de ese rinconcito especial para los más aventureros.
Esta a la derecha del molino de Callobre ¿la encontraréis?
Miraremos ruedas del molino a las que le falta su otra mitad, muy atentos.
Veremos troncos de árboles que sueñan ser puente.
Puentes que no han resistido el paso del tiempo y las crecidas del río
Disfrutaremos de miradores con vistas a una fervenza espectacular.
Recuerda extremar las precauciones, un mal resbalón podría convertir un bonito día en el peor momento de nuestras vidas.
En sitios con altura, si son pequeños mil ojos, si son mayores les recordamos el peligro y estaremos con ellos en alerta.
Lo más sorprendente es que poco o nada se habla sobre ella pero es en la Wikipedia donde encontramos la magia y es que esta fervenza ubicada en una garganta de acceso difícil esconde leyendas.
Posee en su parte superior una roca con una curiosa forma creada por la erosión del agua, dicen que parecen los dedos de una mano intentando evitar que el agua se precipite por el acantilado.
Nos cuentan que en su parte inferior se halla el conocido como pozo de los mouros, en el castro de al lado encontraréis la cueva da moura.
Cuentan que a su derecha existe una roca con un orificio de un metro de diámetro en cuyo interior arrojaban piedras atadas a cuerdas y estas nunca llegaban al fondo.
En este reguero pueden encontrarse los viejos muíños de Maceira y de Callobre.
ÉSTE DONDE INICIAMOS LA RUTA
Y ESTE EN EL MEDIO DE LA RUTA, DÓNDE ESTA LA FERVENZA SECRETA
Cada momento cuenta
naturalmente