Es tiempo «de lecer», nunca mejor nombrado, para algunos más «lecer» que para otros. Surge a todas horas ¿el qué hacemos? y es ahora cuando no manda tanto como el a dónde. Y el a dónde, lo tenemos ya controlado ¿verdad?.
Vacaciones,
La mejor época del año para dejarse llevar pero a veces ese dejarse llevar, nos lleva a pocos sitios y nos trae pronto de vuelta y ¿por qué? pues creo que una de las razones para el regreso forzado es que esperamos tantísimo «de todo» que nada nos llega.
Queremos
Un diez en todo lo que hacemos y no disfrutamos del aprobado como se merece, queremos ser los mejores payasos sin preocuparnos por su risa, queremos ser los mejores guías utilizando nuestra iniciación sin méritos…
Creemos
ser los mejores promotores turísticos deseando que se haga lo que tenemos previsto sin contratiempo, sin descanso, ni reproches 😉 y la vida es cambiante en el fondo y en nuestras formas.
No olvides que
debemos tener la reacción necesaria para saber cuando cambiar el rumbo. «Se aburren», «No les gustan lo que estamos haciendo», «se lo pasan mal»… cambia, igual no falla el sitio estás fallando tú.
Recuerda que
Los niños llevan un ritmo diferente, más armonioso y a veces nos olvidamos de acompañarlo y nos emperramos en imponer el nuestro, un ritmo frenético tan difícil de seguir.
Lo mejor
dejar de ser tan exigentes con el ¿se lo pasarán bien? porque no hace más que cortar las alas a el «no os lo pasamos genial».
Ten claro que
no somos los mejores payasos pero si los mejores animadores, no somos guías pero si los mejores acompañantes, y sobre todo somos el gurú de su tiempo libre.
Este verano
va a ser el punto de partida para un despacito pautado entre todos, sí entre todos, con un primero el abecedario y luego saltar corriendo a leer entre lineas.
No esperes
que todo sea perfecto, lo imperfecto es maravilloso si sabemos sacarle el máximo partido.
Disfruta
de su me aburro con un as en la manga improvisado que se llama cariño, de un nos vamos con me quiero quedar porque las herramientas para saber sacarle al tiempo todo su jugo están en nuestra mano.