Si te apasiona la historia militar de los últimos siglos y los litorales con vistas en Galicia tienes kilómetros de ruta por recorrer. Fuertes diseñados para proteger nuestra costa de incursiones por mar, cañones e instalaciones militares casi secretas que hoy yacen en el olvido. Solo unos pocos senderistas, amantes de la historia o curiosos se acercan a contemplar sus restos. Para los niños es reflejo de mil historias, cuentos y leyendas, así que nos hemos dedicado a recorrer varios puntos emblemáticos de las defensas costeras de nuestra comunidad.
De sur a norte es inevitable empezar hablando de los túneles secretos del faro de Cabo Silleiro en Baiona, donde en los años 40, debido a la preocupación por las guerras mundiales y tras la guerra civil, se construyeron hasta 200 m de pasadizos que hoy son patrimonio de actos vandálicos como pintadas, basura y todo tipo de intrusiones. Su objetivo era proteger la entrada de la ría de Vigo, pero en 1998 quedaron abandonadas y hoy, a pesar de haber varios proyectos para su recuperación, siguen en estado de abandono.
En el concello coruñés de Arteixo se arregló como parque forestal el perímetro denominado Monticaño, una antigua instalación militar con baterías de costa a pocos kilómetros de la ciudad de A Coruña. 44.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas que albergan parte de la historia militar de la zona, además de un restaurante (hoy cerrado) un parque infantil con tirolina, varios miradores y zonas de merendero y bonitas sendas de paseo. Un lugar idílico que en el futuro albergará el centro de interpretación de Punta Langosteira pero en la actualidad muy pocos visitan como parque o lugar de ocio familiar.
En la ciudad de A Coruña uno de sus parques estrella es el Monte de San Pedro. Las mejores vistas de la ciudad desde una colina que cuenta con restaurante y cafetería, un amplio aparcamiento, un ascensor panorámico que da acceso al paseo marítimo y dos parques infantiles separados por edades. Como parte del mobiliario de las amplias zonas verdes se han conservado los antiguos cañones y se pueden visitar, en temporada y bajo reserva, las antiguas instalaciones subterráneas. Es un parque bastante frecuentado y muy turístico.
Siguiendo hacia Ferrol nos detenemos en el concello de Ares, donde si nos acercamos a Punta Segaño podemos ver los restos de las baterías -sin equipamiento armamentístico- de principios del siglo XX. Se conservan en pie varios barracones militares en estado de abandono. Lo más sorprendente son los túneles que dan acceso a los puestos desde las baterías. Con ayuda de una linterna y cierta precaución puedes recorrerlos con niños y mostrarles así un pequeño pedazo de historia que quizá les aporte algún aprendizaje. Las vistas desde la costa son estupendas sobre la ría de Ferrol y la ensenada de Chateiro.
Y cerramos nuestro recorrido visitando el faro de Cabo Prior, en el concello de Ferrol, cerca de la playa de Valdoviño. Estas instalaciones militares conservan aún la garita de seguridad, la barrera de acceso y varios barracones en ruinas. Están junto al faro y fueron en su época las instalaciones de costa más ambiciosas a nivel nacional, pues constan de varios conjuntos de instalaciones para armamento. Toda la zona es litoral protegido y acoge playas de las más bellas y amplias de Galicia como Doniños, Valdoviño, Vilarrube o Pantín.