Hoy he rescatado algo que escribí hace años y voy a compartirlo con todos.
«Hoy me preguntó mi hijo porque teníamos que morir, que no sé quién de los dibus tenía 300 años y era joven. Me reí pero él estaba muy serio, me acordé entonces cuando yo le hice a mi abuelo la misma pregunta y él también se había reído y lo mal que me había parecido. Recordé ese momento que como él, recordé la risa nerviosa de mi abuelo y lo que él me contestó: «Nos gusta dormir bajo tierra, llega una edad que el aire pesa». Y esto, fué lo que le contesté a Ismael, por un momento se hizo el silencio, creo que fué tanto su desconcierto que no hubo más preguntas pero sí una larga charla enriquecedora entre un niño y su madre.
Años más tarde mi madre murió muy joven de un cáncer de colon y haber tenido antes esta conversación con mis hij@s, hizo que nos fuese más llevadera su gran pérdida.
Y es que explicar porque la muerte se la llevó, es difícil de superar sin haber tratado antes el tema Morir.
Nuestro pequeño consuelo, es que la abuela Nanda vivirá siempre en nuestro recuerdo y que parte de ella está en nosotros.
Por qué debemos hablarles a los niñ@s de la muerte
Hay despedidas que marcan y más cuando se es pequeñ@ y prepararlos para un mal trago, hace que lo sepan afrontar mucho mejor.
Tus palabras cobrarán sentido y darán esa ayuda que los más peques necesitan para superar la muerte de sus personas queridas.
Por mucho que no lo queramos o por más que lo aplacemos, habrá un momento en su vida que sentirán el miedo a morir.
Cuanto antes tengas esa charla de la que todos escapamos, nuestros hij@s antes entenderá el sentido de la muerte, que aunque es un sin sentido, es necesario comprender.
PÁGINAS QUE OS PUEDEN AYUDAR
