Fin de año FELIZ con niños

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Todos los que tenemos niños sabemos que estos pueden convertirse en un gran problema cuando las horas de la noche se echan encima y el sueño empieza a hacer acto de presencia y su lucha interna por no perderse nada puede hacer que nosotros nos perdamos todo, sin mencionar el que nos llevemos un mal sabor de boca por no saber ponerse los demás en nuestro lugar.

Menores de dos años

Son pequeños aún, probablemente no aguanten hasta las uvas, no pasa nada, no nos dará mala suerte, no fuerces y si se quedan dormidos disfrutad vosotros del momento, sin gritar mucho al celebrarlo, no vaya a ser que se despierten 😉

Sí vuestro pequeño es puro nervio y está más que acostumbrado al trasnochar (véanse vuestras ojeras, «sueño cambiado» le llaman a esta transitoria etapita, en mi caso fue de casi dos años) mi recomendación sería habilitar un lugar apartado de la mesa para que den rienda suelta a sus juegos bajo nuestra supervisión y cómo no, llevar el carrito por si le vence el sueño, ojalá 😉 dirán nuestros amig@s de las ojeras .

Más Mayorcitos

Para los más mayores probablemente este sea el año que se queden despiertos hasta el final, recomiendo que duerman una siesta larga para que les sea más fácil el salirse de la rutina y aguantar como un mayor el trasnocheo, esta siesta hará que no estén tan cansados y será más llevadera su compañía, aunque no te puedo asegurar que aguante hasta el final.

Salir de la rutina puede ser una experiencia enriquecedora pero para ello debemos tener en cuenta varias cosas:
-No aguantarán sentados a la mesa y guardando modales largo tiempo como lo hacemos nosotros, todo requiere de aprendizaje no pretendamos que sean las estrellas de la compostura y permanezcan en una silla largas horas para ser nuestro deleite porque la infancia es un estado inquieto que poco entiende en sus inicios de composturas, esas las iremos forjando poco a poco (de 6 a 12 ya se puede hablar de modales a la mesa), ten en cuenta que como iniciamos este gran juego del enseñar es lo más importante para ganar la partida. Sin prisas pero sin pausas, dejando claro y recalcando el buen comportamiento desde un principio, como debemos sentarnos en la mesa, los modales cuando nos sirven «el por favor y gracias», los codos fuera de la mesa… serán desde siempre nuestra mejor tarjeta de presentación y así, moviendo las mejores piezas conseguiremos la mejor de las jugadas, niños que sepan comportarse bien no sólo en las fiestas.

Recuerda que el lugar para enseñar es en casa y no la primera vez que comen fuera de ella,

ah! y también no te olvides de que esta tarea ha de llevarse aprendida de casa a los comedores escolares. 

Debemos reforzar el buen comportamiento: si cogen bien los cubiertos, si ha terminado de comer o si no hizo tonterías en la mesa, es importante que les digamos lo bien que lo está haciendo. Por decírtelo de alguna manera tu actitud es esa dosis de azúcar que les encanta y estarán deseando recibir.

También cuando se comportan mal debemos corregir las conductas de manera positiva, es decir, no mirar para otro lado a ver si desaparecen milagrosamente, si no les enseñas de pequeños no sabrán lo que están haciendo mal y será más difícil de corregir más adelante.

Un tremendo error decirle al niño: «pórtate bien en la mesa», dando por hecho que ya sabe como comportarse, el niño no lo sabe si no le damos las pautas. Tenemos que definir el «portarse bien» dando normas claras y adaptadas a cada edad:

Se come bien sentado y no se hacen tonterías porque molestan a los demás, es una orden que los niños entienden.

-«nos sentamos correctamente», recalcamos importantísimo aunque sean pequeños, las mesas no son asientos, en las sillas no se está de pie.

– «Te has olvidado de que no se debe» empezar a comer hasta que todos se hayan servido.

-«sé que sabes coger  los cubiertos», le recordamos como hacerlo «no se come con las manos» y los felicitamos cuando lo hagan bien, «lo sabía, qué bien».

-«me gusta cuando te portas bien en la mesa», «me haces muy feliz cuando te portas tan bien y dice mucho del niñ@ educado que eres.»

-«no debes a hablar con la boca llena» porque no te entenderemos nada y no es higiénico ver toda tu comida pidiéndonos ayuda 😉 reforzamos «todos masticamos con la boca cerrada»

Tampoco va implícito con el «no forzar» el que «pueden hacer lo que quieran»,

son niños, ya, pero no nos equivoquemos, debemos tener en cuenta que si estamos en un restaurante los demás tienen también derecho a una velada tranquila, aquí el tiempo muerto está muy bien, buscamos antes de ir o observamos al entrar un espacio en el que los niños puedan estar (es bueno elegir un sitio en el que piensen en los más pequeños), si pedimos empatía con su edad, hagamos también nosotros lo correcto, llora y no se consuela, buscamos un lugar tranquilo y sin molestar intentamos solucionar su estado intentando que coja el sueño y seguimos disfrutando nosotros y los demás.

En casa de familiares y en la nuestra será más fácil encontrar una habitación en la que pueda descansar a gusto o jugar mientras terminamos de cenar.

EN UN RESTAURANTE

Consejos: SI el restaurante NO LO TIENE, habilitar un espacio al lado de nuestra mesa para ellos con sus juegos, juguetes un lugar en el que no molesten ni al servir la comida, ni a las otras mesas.

Tener un as en la manga, (llevar siempre un libro o una libreta y pinturas, si eres precavido hay libros para colorear que les encantan 😉 llévalos sin decirles nada) ¿pintamos un dibujo???

Jugamos un poquito con ellos

Si son más mayores la interacción de los familiares suele ser crucial para que estén más espabilados.

EN CASA

Ayudar en los preparativos

Poner la mesa

Buen momento para enseñar la colocación de los cubiertos en una mesa

¿Y si les enseñamos un código secreto?

Seguro que les encantará y nos valdrá para cualquier momento

 

Hacer tarjetas para saber dónde se sentará cada uno


Darles responsabilidades a la hora de estar cenando

Hará que estén alerta, estarán tan pendientes de todo que será difícil que aparezca el sueño y se les pasará antes el tiempo:
«es importante que vigiles que no falte nada, pan, agua, vino, servilletas»
¿me ayudas a traer lo que falta? ¿llevas esto al fregadero?

No pasa nada que jueguen un poco o vean la tele mientras nosotros estamos con la sobremesa, sabemos que no se deben levantar antes que todos, pero hoy es el día de hacer una excepción porque la cena también es especial y se hace algo más larga de lo normal, le comentamos nuestra flexibilidad, esto si son pequeños claro, los mayores pueden aprender mucho de nuestras conversaciones y aunque no lo creas habrá muchas cosas que aunque pasan desapercibidas les enseñan también, todos comemos variado, hay diferentes comidas en la mesa y probamos de todo un poco, compartimos conversaciones, recordamos otros años, somos educados, y es que les enseñamos a comportarse sin darles una lección teórica, nuestro ejemplo cala.

Pídeles que regalen a cada uno de los que allí estamos, alguna de sus obras de arte,un bonito recuerdo

Qué empieza a mostrarse inquietos vamos cogiendo el cotillón,

contamos las uvas, seguro que será un momento bien bonito 

¿Qué es lo que más nos gusto de este año? ¿Qué nuevos retos nos esperan en el próximo?

Hacemos una lista la guardamos y la abriremos el año que viene.

Qué emoción!!! Ya está aquí el 2018!!!

Recordaros que la vida no es una ciencia exacta y que salga todo como nos gustaría, a veces no es posible

y si no sale todo lo bien que esperamos, (al final se portó algo mal, se nos quedó dormido cuando faltaban diez minutos…)

da igual, no hagamos de esto un mal recuerdo, el siguiente Fin de año será mucho mejor,

crecen muy pronto, así que, disfruta también de sus momentos locos porque muy pronto será algo que recordaremos con nostalgia, o sin nostalgia, pero será un recuerdo más.

Feliz Fiesta para todos
esa que empieza con un fin e inicia un año de emociones,

Disfruta de todas sus caras, de todos sus momentos o por lo menos inténtalo.

Recuerda la perfección no existe, estamos orgullosos siempre de nuestr@

«perfecto imperfecto»

P:D: Os recomiendo hacer con ellos algún postre se sentirán protagonistas de la cena y esto os dará el «as bajo la manga» y el valor añadido de tener algo más por lo que esperar.

Aún no entienden el por qué de tanta ilusión, tomar uvas, si no le gustan??  aprovecha si les gustan o empiezan a probar alimentos nuevos, las más maduras y pequeñitas las reservamos para ellos, para los que no las quieren tenemos muchas opciones en el supermercado para suplirlas victoriosamente desde uvas de golosinas, a transformarlas por arte de magia en lacasitos o gominolas lo que más les guste, uvas 😉  especiales, ya las tomarán y lo intentaremos en otra ocasión que no nos amargue la fiesta este nuevo sabor.

 

 

 

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