Lo primero me presento, mi nombre es Alicia y soy la mamá de una familia de cuatro miembros, los peques tienen 4 y 1 año.
Me gustaría «compartir» nuestra experiencia en el castro de San Cibrao de Lás, muy cerca de Carballiño.
La verdad es que nos sorprendió gratamente, el día acompañaba ya que al sol lucía y no hacía demasiado calor.
Llegamos a media mañana y una vez dentro, hay dos opciones de visita, con visita guiada o por libre, nosotros decidimos por libre ya que los niños son muy pequeños y prefieren descubrir jugando. Además constra de un centro de interpretación con númerosos objetos, vídeos, juegos interactivos,… que dejamos para más tarde.
El castro está bastante bien conservado y se distinguen muchas viviendas, la mayor fue entrando en diferentes casas y eligiendo una para vivir mientras nosotros le explicábamos como eran las casa y un poco como vivían.
Subimos hasta los muros donde la sensación es que se acaba pero una vez que los cruzas sigue el castro, ya que se extiende por una zona amplia donde se divisa el valle.
En la entrada te dan un mapa con la explicación de que era cada cosa así que íbamos jugando con la mayor a que se imaginaba que sería cada construcción mientras el pequeño correteaba por allí.
Se hizo la hora de comer ya que recorrer todo con calma y jugando lleva alrededor de una hora. Allí hay cafetería que hacen cosas básicas, hamburguesas, bocadillos y platos combinados. Nosotros habíamos llevado comida de pinic y allí mismo dentro del castro hay un par de mesas donde se puede comer ya que se puede salir y entrar tantas veces como se quiera en el día y por supuesto un rico café para continuar la tarde en la cafetería.
Después de comer fue el momento de visitar el centro de interpretación, está muy bien, comienza con un vídeo explicativo y después cuenta con muchos objetos para que los peques se imaginen como era la vida en esa época y juegos interactivos donde construirán castros.
Hasta aquí la visita del castro pero no el día que continuó en los molinos de veronza que están a quince minutos pero eso será otra historia.
» La familia os desea que disfrutéis de la magia de Galicia. ¡¡ah!! cuidado que engancha»