La ruta de los Molinos del río Pelamios también conocida como la de las Carañas es una ruta preciosa y nada famosa en Betanzos, poco más de un kilómetro y medio en el que los niños disfrutarán en familia de la naturaleza del río.

Una Senda tranquila con un recorrido de dificultad baja, ideal para niños y adultos.

Comentaros que incluso el Club ciclista de Betanzos tiene organizado recorridos por la ruta. Son muchos los que la descubren por primera vez y enamorados vuelven con compañía.

Está claro que en estos lugares poco conocidos manda el boca a boca, no dudes en compartirlos y hacer que vuestra visita dé ese granito de arena que haga posible que sea todo un referente en el destino familiar.

Lucía Fontenla desde la página Las Carañas de Betanzos nos pide que visitemos este entorno único en familia, un recorrido por un paisaje natural que discurre por las tres Carañas (arriba, medio y abajo) y en la que el río Pelamios es la estrella.

Nos invita a descubrir con niños su fauna, flora y sus rincones en el marco de un Betanzos histórico.

Desde ya os invitamos a que sigáis su página y disfrutéis de las maravillosas fotos que en ella nos regalan.

Antes de ir compartiremos la leyenda del lugar, ya que gracias a ella se disparará la imaginación y haremos del lugar

un ente vivo y participativo.

El recorrido comienza en la zona de la Ribera, desde el puente de Madera que cruza el Mandeo.

Lugar que fue cuna de molinos de cubo en los inicios de Betanzos y hoy se mantienen los restos de algunos en pie,

muchos en ruinas,

otros habitados, en esa segunda oportunidad que algunos concedemos al tiempo y a las piedras centenarias

haciendo lo que se merecen darles nuevamente vida y calor de hogar.

La idea desde la página de las Carañas es fomentar el respeto y conservación por el medio ambiente y la naturaleza.

Encontraremos en el recorrido molinos harineros y fábricas de curtidos que eran pieza fundamental en el desarrollo de la sociedad del Betanzos de aquel entonces.

Pues a parte de mucha etnocultura y un patrimonio de importante valor

mucha naturaleza ya que la zona en sí, está plagada de interés ornitológico destacable; especies de plantas y helechos protegidos así como de interés botánico por su uso antiguamente en homeopatía.

Diversos tipos de zigopteras en los márgenes del río y libélulas, salamandras, tritones…

Bosquetes de árboles autóctonos,

mariposas como Pavo Real, Gran Mormón, Monarca…

y mucha ornitología con una diversidad de especies fácilmente observables a lo largo del discurrir del río;

Entre las especies destacan el reyezuelo común, la curruca capirotada, papamoscas cerrojillo, mito, carbonero garrapinos , chochín, zorzal común, mirlo acuático, mirlo, jilguero, petirrojo , lúganos allá por enero, camachuelo, colirrojo tizón… En la parte de anátidas, y desde hace unos años un grupo de parejas se afincaron en la zona y han criado ya varias proles que regresan cada año al lugar donde nacieron al borde mismo de las casas.

Veréis también fervenzas, esos saltos en el río que tanto nos enamoran.

Están las Fervenzas que tanto llaman la atención, sobre todo en invierno cuando el cauce crece desmesurado, sin olvidarme del emblema, del logo de las Carañas que es la gran Garza real que nos visita cada comienzo de temporada, apostada en varios tramos del río.

Y si sabes esperar paciente quizás te encuentres a nuestras amigas curiosas que tienen en él su hogar.