Galicia no aburre en las rutas y tampoco en el viaje porque los verdes acompañan tus ganas de recorrerla, cualquier momento es bueno para fotografiar la naturaleza gallega.
Estirar las piernas en Galicia es todo un placer.
Sólo teníamos claro que no íbamos a hacer un gran viaje en lo que kilómetros se refiere porque en pocos kilómetros encontramos verdaderos paraísos y es que en Galicia todo está muy cerca.
Decidimos descubrir un mirador del que ya nos habían hablado en varias ocasiones, el mirador de San Cibrán, rutearíamos por una senda «rede Natura 2000» en la que el Lérez acompañaría nuestros pasos y por último nos tocaría visitar un parque, el de Lourido y una playa con el mismo nombre.
Comenzamos con reunión familiar y si es debajo de un árbol autóctono, mejor.
A nuestros hijos les acompañan en sus viajes sus objetos preferidos, ya lo hacían de pequeños, cambian los gustos y cada uno de estos objetos marcan para nosotros una etapa en su crecimiento: mantitas, muñecos grandes y pequeños, barcos, parchís, walki talkis, ..ahora toca fase balón, cámara y móvil acompañando aventuras.
Cualquier lugar en Galicia es bueno para disfrutar del deporte, sólo necesitas ganas.
Estamos en el mirador de San Cibrán en Pontevedra.
Aprovechamos para ver las curiosas marcas de canteros en la ermita y acercarnos a contemplar las preciosas vistas.
Nos vamos acercando al curioso mirador…
Lo mejor está por venir las preciosas vistas de nuestra tierra.
Toca marcharse!. A descubrir otro lugar
Saltamos obstáculos, en una zona libre de coches y de consumismo. Como muestra y tumbado en el suelo, un poste de electricidad que nos recuerda que aún quedan muchas horas de luz natural y disfrutarlas no cuesta!
LLegamos a un Rede Natura y ya pinta muy bien el sitio.
El río Lérez nos recibe, rodeado de un sin fin de tonalidades en las que nuestros verdes son los protagonistas.
Una pequeña presa y el ruído del río saltándolo, despierta nuestros sentidos
Comenzamos la ruta, cerrada a vehículos de motor,
una buena senda para bicis y un recorrido sencillo y planito,
casi 12 kilómetros para que los disfrutes en familia.
Y nos encontramos con un puente colgante nada más empezar, sólo apto para valientes.
Comentaros que en el otro lado también tenéis una senda mucho más natural.
Descubrimos un antiguo Balneario hoy en día en estado ruinoso, una pena que joyas así no se cuiden.
Una construcción nos llama la atención, lo que en principio parecía una cueva, se convierte en el refugio de un manantial
Ahora toca dejar la naturaleza pues nos toca descubrir un parque al lado del mar.
Nos despedimos de una ruta a la que volveremos seguro!
Nos toca el PARQUE LOURIDO en Poio
En él tendréis de todo, estanques, zonas verdes y playa, mesas…
Campos de fútbol, de baloncesto y columpios para todas las edades…
Un gran paseo a la orilla del mar y carril bici.
¿Qué más quieres?
Pues también, una amplia cafetería
Ahora nos acercamos a la Playa de Lourido y un paseo nos da la bienvenida.
Tenemos de todo para pasar una tarde agradable en familia, así que, nos despediremos del día en ella.
Las cometas o»papaventos» en gallego
alegran con sus bailes y colores, un cielo que luce más azul que nunca.
En Galicia sobran texturas para alegrar los pies ociosos de entretenimiento
¿nos descalzamos?
Maravillosa nuestra arena gallega.
Las vistas desde aquí nos recuerdan que ENCE está muy presente aunque sea en la otra orilla.
Toca playa
y en ella el viento también da mucho juego.
Desde la playa veréis la Isla de Tambo
Ya es hora de volver y seguimos disfrutando en el viaje
esta vez con los atardeceres gallegos que alegran la vista y acompañan nuestro regreso.