Comenzamos con la comida sólida

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Que tu hijo sea «mal comedor» puede convertirse en la peor de las pesadillas para una familia, pero recuerda no estáis solos en este mal sueño, en realidad el 90% de los niños pasa al menos una larga etapa de su vida siendo “un mal comedor” 😉 Qué no eres la única y como en todo el aprendizaje nos ayudará. Planifica estrategias, utiliza todas las herramientas necesarias adaptadas a tu pequeño, guárdate un as bajo la manga o esa pizca de magia necesaria para que todo venga rodando sin causarte tanto insomnio.

Pasamos de lo maravilloso de solo alimentarse con líquido o cereales al difícil mundo del masticar y probar sabores, todo un reto que voy a intentar que te sea lo más llevadero posible. Lo primero «mal comedor» no significa no acabarse el plato que tú le pones, es no comer «casi nadiña» esto lo recalco porque es muy importante entender que cada niño es bien distinto a la hora de comer sobre todo en lo que a cantidades se refiere, lo que para otros es poco para el tuyo y gracias a su organismo igual le es más que suficiente. El evitar que coma entre horas propiciará el que coma bastante más, tenlo también muy en cuenta.

ADAPTACIÓN

Deja que experimente, se embadurne, compare texturas y recuerda las primeras veces darle solo un tipo de alimento para comprobar si reacciona bien al mismo y no los rechaza por alergias, ya jugaremos a las mezclas más adelante una vez sepamos que todo está OK con cada uno.

Muchos niños rechazan lo desconocido sin probarlo; es lo que llamamos neofobia, podríamos decir que es el legado que nos dejaron nuestros antepasados que temían lo desconocido por miedo a que fuera venenoso (somos racionales pero aún tenemos algún deje animal y piensa que este no es más que su instinto de supervivencia en acción 😉 ¿te consuela?). A los niños les gusta lo conocido, lo que les es familiar y crea su mundo dándoles seguridad y estabilidad; por eso siempre piden siempre el mismo cuento o película, seguir la misma ruta al colegio, sentarse en el mismo lugar, tienen miedo al cambio, también los adultos lo tenemos a veces y lo llamamos preocupación cuando pensamos en cambiar de trabajo «y si?!», nos queremos mudar «estaremos a gusto?!», nos vamos fuera «me adaptaré?!»… a esto se le llama tropofobia y no es solo cosa de niños. Pero ten en cuenta que también les intriga lo nuevo a esto se le llama neofilia y con el tiempo ese interés o curiosidad que les despertamos acaba ganando a la resistencia.

LOS INICIOS DEL BUEN COMER

Comienza tal y como quieres que continúe su alimentación, es decir con potitos envasados que son cómodos, rápidos y están siempre listos y preparados o con lo de casa. Ten en cuenta que tus cremas de verduras son distintas y más sanas, consejo, en ellas si puedes todo fresco, de temporada y hecho por ti. No soy muy partidaria de la comida procesada con una caducidad media de dos años. Qué con esto no estoy diciendo que no la utilices en determinadas ocasiones o si decides utilizarla sea peor, simplemente no es mejor que la que podáis hacer por vosotros mismos. Qué significa el hacerlo tú: que tu casa será el hogar de las verduras por lo que se familiarizará a verlas y no se llevará un susto el día que vea una acelga, calabacín o al temido pimiento 😉 te podrá ayudar a hacer su comida, en fin lo familiar se hace un hueco en su vida sin que te des y se de cuenta y el hábito, hace la costumbre y estas costumbres se convierten en tradición preciosa en su alimentación de por vida.

¿Dónde hacer la mejor compra de frutas y verduras?

Sin lugar a dudas en los Mercados, tendrás cerca uno y si no es tan cerca haz acopio de víveres cuando vayas. Por precio y calidad porque hay que comprar en el pequeño comercio y porque ir al mercado con ellos nos chifla y les encanta tanto colorín vitaminado!

Recuerda que la papilla de fruta debe tomarse inmediatamente después de hacerla, no se debe congelar porque las propiedades y las vitaminas no se conservan igual que las verduras y las hortalizas. La zanahoria, la patata y los nabos tampoco se deben congelar puedes hacerlos en el día y mezclarlos con la crema que descongeles.

CÓMO CONSERVARLA
-En la nevera
Una vez preparada la papilla se espera a que esté tibia y así la podréis guardar durante 48 horas en la parte más fría de la nevera. Siempre en un recipiente hermético porque mantienen mejor las propiedades.
-En el congelador
Lo mismo que para la nevera ha de enfriarse antes la papilla. Recuerda el no esperar muchas horas desde que se ha cocinado para que no se pierdan las vitaminas y los minerales. Lo mismo que os dije anteriormente en recipientes herméticos y mejor en los de tamaño pequeño ya que aprovecharéis mejor la comida, una vez que se descongela no se puede volver a congelar (esto para cualquier alimento) no te olvides de anotar siempre la fecha en los mismos.

Cómo se descongela
Este paso es quizás uno de los más importantes la comida la debéis descongelar lentamente, del congelador la pasamos a la nevera, y para calentarla recomiendo al baño maría (vete olvidándote del rápido micro…»hondas»). Hay quién la hierve durante unos minutos en una cazo antes de dársela al bebé aquí es un para gustos.

 

LOS PRELIMINARES COMO EN TODO CUENTAN

Ambiente
Comida lista toca el ambiente, adornamos la mesa, elegimos nosotros si es muy pequeño, sino lo harán ellos, su plato y cubiertos preferidos. Comemos en la mesa y bien sentados. Creamos un buen ambiente en la comida. Vamos a ser muy positivos tratando de ocultar la frustración si no salen las cosas como esperamos, respira y centra tu atención en el buen comportamiento (estás bien sentado, te has limpiado la boca 😉 aunque no haya comido nadiña)
Tiempo
No aceleres el proceso, no está comiendo ¿qué hago? dale margen de tiempo. Como mínimo hay que contar con 40 minutos para que el pequeño coma. Recuerda que el ambiente influye mucho en el apetito y damos un primer pasito logramos que el niño asocie comer con algo agradable. Esta relación positiva se quedará en su memoria y con el tiempo será capaz de disfrutar de este momento.
No forzar
Importantísimo el no fuerces al niño a comer todo, platos pequeños, como orientación y para que te hagas una idea se recomiendan unas 1.000 calorías en el primer año (que es cuando crecen más) divídelas entre las cinco comidas, ¡qué!!!!! ya no es tan «mal comedor» ¿verdad?. Su estomago es pequeñito no intentes llenarlo a lo loco porque lo único que conseguirás es, o que vomite o que odie el plato por hastío. Ten en cuenta que por año cumplido son 100 calorías más las que se aumentan así hasta llegar a la pubertad. Dale raciones de comida pequeñas, decide repetir (le hacemos una fiestiña y recordamos su gran hazaña) y esto la refuerza en su sensación del “yo” e intentará repetir con otro plato.
En Familia
La comida debe ser un momento compartido
Porque desde el primer año de vida los niños aprenden a base de imitación. Ver hacer algo a sus padres los anima a imitar su conducta. Importante para que todo fluya es el que no esté cansado al comer que a veces nos olvidamos de ello y puede ser el gran culpable de su «no quiero»
Jugamos
Con la comida no se juega eliminado de la mente, sí se juega mientras son pequeños porque es una herramienta que nos ayudará a conseguir el que todo fluya 😉 lo dicen los científicos, dejar que los más pequeños jueguen con su comida utilizando sus manos incrementa las posibilidades de que luego acepten ingerirla de buena gana, lo que debes descartar es la tele. (recomendamos el juego de vendar los ojos, vamos a probar).
Ayudar en la cocina es el mejor de los juegos. Está comprobado que ayudar en la preparación de la comida como un juego les abre el apetito. Seguramente se debe al elemento lúdico, que es su manera natural de aprender.

COMIDA. Llega la estrella, el alimento 

Vestir de Gala
Presentar los alimentos de manera atractiva. Un plato con alimentos dispuestos de manera atractiva entra por los ojos e invita a
comerlos. Se puede jugar con los colores de los alimentos y sus formas y disponerlos de forma divertida (animales, un coche, una casa)


Mezclar y camuflar
Mezclar las verduras con otros alimentos ayuda a que se familiarice con ellas, pero es mejor hacerlo solo por un tiempo. Las mentiras piadosas como estrategia de éxito, márcate un farol, dejando unas pocas verduras en trozos en la salsa hará que él mismo las retire, con la tranquilidad de haber encontrado lo que no le gusta nunca sospechará que lo que está comiendo es lo que ha retirado, tendremos cucharadas extras y conseguiremos el «ya lo ha probado».

“Comida basura saludable” 
Crea tu propia “comida basura” sana. Puedes preparar bases de pizza, pan de pita y dejar que tu hijo escoja los ingredientes para prepararlos… Preparamos hamburguesas pero utilizando carne magra de calidad, nuggets de pollo, probamos hamburguesas de garbanzos…

IMPORTANTíSIMO
Si no le gusta probar alimentos nuevos, evita castigar o premiar al niño sobre todo con otras comidas (tipo chocolate o chucherías o el tan socorrido helado por darte un ejemplo).

La recompensa ¿es un premio? Yo lo tomo más como un refuerzo y apoyo firmemente «el sistema de recompensa» (carteles con pegatinas a partir de los 2 años. Haz porciones microscópicas 😉 como refuerzo a algo que hacen bien. En un primer momento dale una pegatina sólo por probar los alimentos, aunque sea un solo meter en la boca. Siempre con objetivos semanales para que no lo vean lejano y pierdan interés.

Alimentos prohibidos en menores del año

MIEL, es muy peligrosa para los bebés menores de 1 año. Esto se debe a que tanto la miel de caña, como la de abeja, pueden contener esporas de Clostridium botulinum que producen una neurotoxina en el intestino, aún inmaduro, del lactante, causante del Botulismo infantil.
ESPINACA Y REMOLACHA los expertos aconsejan no introducirlas hasta el año de edad, por el alto contenido de nitrato que tienen y no sientan nada bien a nuestros bebés.

coidatecoidame.sergas.es

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