Si te gustan las rutas de nada sirve que te las cuente si después no las vives 😉 y digo esto, porque no os podéis ni imaginar la de correos que me llegan con:

-petición de consejos para que no sea nuestro peor día,

SE FRUSTRAN

-cómo hago para que se diviertan???,

SE ABURREN

-le miento para ir de ruta es que si no, no hay forma y,

SE ENFADAN

-me agobia que vayan todo el rato quejándose,

SE CANSAN

HASTA EL… -le picó un mosquito Y no veas como se le ha puesto el brazo.

Monte,bichos es lo que tiene…

SUFREN

Y así una infinidad de variopintas excusas para no afrontar un día en un «tú a tú» con nuestros hij@s, poco tiempo para disfrutar y nos vamos a lo fácil que los diviertan otros o solos MEJOR ;)…

mal hecho, necesitan ese contacto con la naturaleza.

Sé que ya en la adolescencia os puede ser algo complicado pero ya volverán con amigos,

o con sus propios hijos y recordarán lo vivido con vosotros.

Ahora que son aún pequeños, disfruta de ese crecer tan bonito de su mano.

También os digo, menos mal que el 99,9% de los otros correos son de familias:

encantadas con la experiencia,

que afirman repetir,

que me piden otras rutas que no están en la página porque ya las han hecho todas,

o de los que se unen al reto de hacerlas todas ( ya van 63)

Menos mal!!!!

Os podía decir a los que dudan hacerse una ruta en familia, que es salud, lo más sano, sanísimo, os diré que sólo el hecho de mover los píes 😉 hace que circule mejor la sangre y que el corazón la bombee más alegremente, hay más oxigenación en los pulmones, por no hablar de los beneficios para nuestro espíritu porque sí, enriquece el espíritu, aporta felicidad, entusiasmo….

Pero tú que dices: los niños se aburren, se cansan, se ponen repugnantes, nos agobian con reproches, en fin,

ir de ruta no es divertido,

qué decirte:

-Se aburren-

igual no le has dando las herramientas necesarias para que sepan divertirse o bien, tus niños son la excepción

-Se cansan-

igual quieren irse ( 😉 los hay pill@s) o que el cansad@ seas tú,

o que los agobias pretendiendo hacer un maratón el primer día,

recuerda «calidad y no cantidad», que nos divertimos y quieren parar un poco pues la terminaremos otro día,

a su ritmo y llevándoles poco a poco al nuestro, pasito a pasito se llega en este caso mucho más lejos.

-Se ponen repugnantes-

te aseguro que sin conoceros probablemente también lo hagan en la ciudad,

no echemos la culpa a la ruta 😉 pobrecilla

-Reproches, ¿reproches?-

Míratelo bien porque aún estás a tiempo de vencer la batalla

«al MALCRIAD@, al CONSENTID@…»

No es divertido??

Qué significa para ti divertido:

Que divierte o hace pasar el tiempo de manera alegre y entretenida

Que es gracioso y divierte a los demás.

Juraría que para ti es la segunda y claro, difícil que te diviertas: viendo árboles o contemplando las vistas desde un mirador

Bueno iremos por partes en el difícil tema Natural porque lo que para unos es como el pedalear para otros son mil y un problemas sin posibles soluciones:

Bichos, picaduras, suciedad, peligros ocultos, árboles que asustan o quizás se caen, un perdidos en el bosque…

Difícil el dar soluciones cuando lo primero que suelen comparar con la ruta, es un paseo por la ciudad, «nada que ver o te dicen es que aquí en la ciudad, el parque está asegurado y si es de bolas pues mejor o elegimos una cafetería con vistas a los niñ@s o con encierro para que mientras tomamos algo, nos dejen tranquilos un buen rato, imposible el no divertirse en la ciudad (y yo pensando en museos 😉 como plan divertido)», difícil conectar cuando al que das opciones tiene sus ideas muy claras..Pero lo intentas, lo vuelves a intentar…hasta que tiras la toalla, no merece la pena, sacarle de su zona de confort es imposible, lo siento por los peques.

La ciudad tiene muchos más peligros, sin ir más lejos, los coches, la rutina, el ajetreo, el exceso de ruidos molestos..

pero en ella parece que los tenemos en una supuesta burbuja, lo conocido es familiar

La ciudad es más insalubre no para su ropa o pies, sí para sus pulmones, el aire puro les da las defensas necesarias para que no enfermen tanto.

La ciudad gasta, es consumista por naturaleza, la naturaleza en cambio es altruista, te da mucho más por la visita que tú le regalas, os da vivencias y mucha salud tanto física como psíquica.

Vamos a iniciar a los más pequeños en el maravilloso mundo del sentir, tocar, oler, oir, experimentar, descubrir, conocer, imaginarrr…porque el monte da mucho juego si sabes hablar su lenguaje.

Desde pronta edad podemos acercarlos, portándolos en brazos cuando aún son pequeños o en mochilas adaptadas para cada edad y hacernos una gran ruta con ellos, se podría decir que ya en la barriga darse una vuelta por la naturaleza ayuda a quererla.

Déjales ser exploradores en la distancia, creadores de nuevos caminos, nuevas metas, déjales observar ese pequeño saltamontes, jugar con las hojas, apilar maderas, mojarse, embarrarse..déjale ser niñ@,

crecer sanos escuchando la llamada de la naturaleza,

aprovechad que pronto crecen.