La sierra del Galiñeiro es un sistema granítico montañoso que que se localiza en el SO de la comunidad gallega. Sus casi 12 km de longitud discurren paralelos a la Depresión Meridiana y conforma así junto a los montes del Faro de Budiño y A Serra do Galleiro el gran valle del Louro.
Su extensión comprende los municipios de Vigo, Gondomar, Porriño, Mos y Tui y sus picos más altos superan los 700 m. El más alto es la cumbre que da nombre a la sierra, que asciende hasta los 709 m. Hacia el norte varios cotas superan los 650 m, entre ellos las que conforman la peculiar silueta de cresta del Galiñeiro. Hacia el sur del vértice geodésico del Galiñeiro se sitúa el solitario Caldeirón que iguala en altura al Monte Galiñeiro.
Más abajo la sierra está conformada por multitud de picos que salpican la orografía de unas de las montañas más antiguas de Galicia. En el concello de Tui la sierra acaba en forma del Parque Natural do Monte Aloia, en el que su cima más alta, el San Xulián, se levanta hasta los 633 m. Son varios los ríos que nacen de sus montañas, como el Vilaza o el Miñor y son muchos los regatos de aguas cristalinas que brotan de las entrañas de la sierra.
La sierra es un gran destino para los amantes de la escalada que hacen de sus paredes fantásticos gimnasios naturales para la práctica y disfrute de este hermoso deporte. Son varias las rutas que atraviesan sus cumbres desde las que se divisa una de las mejores panorámicas del sur de Galicia. Incluso la espeleología tiene su hueco en esta sierra ya que existen diversas cavidades rocosas e incluso hace poco se ha descubierto una de las más grandes cavidades graníticas de Europa en las inmediaciones del Monte Aloia.
Además de su patrimonio natural y paisajístico la sierra está repleta de restos históricos de diversas épocas como pueden ser petroglifos, mámoas, castros, calzadas, capillas, molinos, fortalezas, murallas…
Todo esto ha propiciado que el Galiñeiro sea un referente y un lugar de gran interés para los habitantes de una de las zonas más densamente pobladas de la región gallega.
Toda la sierra ha sido objeto desde hace muchos años de una intensa manipulación humana, en forma de canteras de granito o plantaciones de especies arbóreas dañinas para los ecosistemas autóctonos gallegos. Además ha sido muy castigado por grandes y frecuentes incendios que dejaron las faldas de las montañas desoladas en gran parte. Ahora puede ser que sus cumbres se usen para la colocación de parques eólicos e incluso sus rocas sean removidas para la búsqueda de «tierras raras».
La zona sur fue declarada Parque Natural hace años, declaración que bien pudo haberse extendido posteriormente hasta el vecino monte Galiñeiro y así haber salvado y conservado la riqueza de esta sierra.