Ermita de Santa Mariña

Ermita Santa Mariña do Seixo

En lo más alto de A Serra do Cando existe una pequeña ermita de origen desconocido. Se sitúa en el límite del concello de Cotobade, a escasos metros del municipio de A Lama. Allí, solitaria, rodeada de naturaleza de alta montaña de clima Atlántico, acariciada por los vientos que junto con el hielo dieron a esta sierra sus silueta redondeadas, se sitúa la Ermita de Santa Mariña do Seixo, a una altura de 920 metros. Son esos vientos atlánticos los que en el siglo XXI hizo «plantar» casi un ciento de aerogeneradores que hoy conforman el «bosque» de esta sierra y que rompen el silencio y la silueta de estas tierras mágicas.

Capilla de Santa Mariña

La altitud y la situación de esta capilla nos recuerda mucho a la ermita de la sierra vecina de O Suido, concretamente a la de A Xestosa, cuya altura y situación solitaria en lo alto de una sierra dan muestra clara de que en estos lugares sucedió algo milagroso. Muchas veces fueron los eremitas quienes resultaron ser los precursores de estas capillas.

Unos pocos metros más abajo existe una de las nacientes que conforman el río Almofrei, que después discurre por las tierras de Cotobade formando hermosos rincones llenos de historia y naturaleza.

Se trata de una sencilla capilla de planta cuadrangular con una sencilla fachada de puerta adintelada rematada con una pequeña espadaña con campanario y una cruz sobre esta. Dos pequeñas ventanas rectangulares de abren junto a la puerta. Delante de la fachada existe un pequeño atrio.

Sobre su origen no sabemos mucho. Se piensa en un origen románico, aunque no queda nada que nos pueda decir algún dato sobre esto. La primera referencia escrita que se tiene se remonta a 1614, ya que la mayoría de las escrituras notariales de la parroquia de Caroi están datadas a partir de aquí. Durante el antiguo régimen la capilla fue objeto de una gran romería que nos indicaba la popularidad de este lugar que seguramente fue refugio cristiano de pastores en su origen. La obligación de pasar largas temporadas en las cumbres con el ganado crearía la necesidad de un lugar para orar. Muchas de estas iglesias se situaban sobre lugares paganos, lugares donde existía anteriormente algo que era objeto de culto por parte de los vecinos. Ese culto era rápidamente cristianizado y transformado a su interés. Sabemos de la costumbre de la iglesia de sacralizar lugares paganos que era parte de la cultura y religión de los habitantes de la comarca.

Se cuenta que la capilla fue construida por los monjes del monasterio de Tenorio para marcar el fin de sus dominios y es verdad que aquí acaban las tierras del municipio de Cotobade (coto del abad) que nacieron de la mano de este cenobio.

Es posible que el origen de la capilla se deba a los monjes de Oseira, a quienes también le debemos la construcción de la cercana Neveira do Seixo, que era una edificación dedicada a conservar el hielo del invierno por medio de un ingenioso sistema de refrigeración. Una pequeña caseta que contenía un pozo lleno de hielo era cubierto con una capa de vegetación que junto con el frescor de lugar y la piedra con la que se construía la caseta conservaban el fresco hielo hasta el verano.

En los últimos siglos solo podíamos ver los restos de la capilla de Santa Mariña do Seixo que afortunadamente y en memoria de esta fue parcialmente recuperada.

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