El Río Tea forma espectaculares rincones desde su nacimiento en Faro de Avión hasta su desembocadura en Fillaboa, en Salvaterra do Miño. Numerosos y centenarios puentes, pasos, fragas, afluentes espectaculares, molinos, aguas minerales, rápidos, fervenzas, calzadas y mucho más conforman las riberas del Tea. No en vano parte de su recorrido está integrado en la Red Natura 2000 y no es para menos.
Poco después de su nacimiento el río circula por un valle estrecho y rocoso y es en Prado (San Salvador) donde forma una espectacular cascada y unas fantásticas pozas naturales. Es la denominada Fervenza o Caldeira de Parrelos.
Para llegar hasta a ella la mejor forma de hacerlos es seguir el denominado Roteiro das Estrelas desde el lugar de Carballeira de Rei. Lo mejor es seguir la carretera PO-9304 que une Maceira con Camposancos y en la intersección en donde existe el desvío para subir a la Ermida da Xestosa nos detendremos. Desde allí hacia abajo comienza una pista de tierra que no llevará directamente hasta el área recreativa de Carballeira de Rei. Los vehículos es conveniente dejarlos arriba y no descender con ellos pues la pista no tiene marcha atrás y se volverá estrecha. Además en épocas de lluvia puede estar impracticable.
Esta pista es ya trayecto de la ruta nombrada, pero no esperemos una gran información en el cartel, pues este no dirá mucho. Seguid la única pista y os llevará hasta el fondo del valle, justo al Ponte Abuiña, puente utilizado por los arrieros durante los siglo XVIII y XIX en sus rutas hacia el norte y al costa de Galicia. Pensemos pues que la pista que hemos recorrido era parte de ese camino medieval que también era paso hacia la Ermita da Xestosa.
Justo antes de llegar al río encontraremos un pequeño sendero a mano derecha que recorre un antiguo canal de cemento medio derruido a una cota de 700 metros. No sabemos cuanto tiempo tiene este canal pero suponemos que es de la primera mitad de siglo XX. Observando las fotos del vuelo americano del año 1956 podremos apreciar que recogía el agua de un punto del Tea situado a 1 km aguas arriba y la llevaba hacia As Trigueiras, en San Salvador de Prado. El objetivo era dar agua para mover varios molinos y para el regadío de Cende y alrededores.
Hoy en día solo se aprecian parapetos de cemento en algunas esquinas y un moderno tubo de pvc que aprovechó la antigua obra. Por eso debemos saber que este canal es muy probable que en épocas de lluvias este anegado y muy fangoso con la consiguiente dificultad de su recorrido.
También se puede llegar desde la otra dirección, saliendo por detrás del área recreativa. Por aquí hay dos posibilidades, una siguiendo un pequeño y estrecho sendero que nos lleva a un pequeño valle que cruzaremos dos veces, la última por un puente de madera hacia la derecha que nos lleva hasta la fervenza. La tercera opción saliendo desde el área recreativa sería ir en línea recta hacia la fervenza, ya que desde los mapas se observa una pista o cortafuegos. No sabemos el estado de este así que mejor seguir las otras opciones.
A unos 500 metros de recorrido llano encontraremos la pista que nos conducirá al mirador de las «caldeiras» del río Tea y a la denominada Fervenza de Parrelos. Recomendamos extremar las precauciones y tener mucho cuidado en las inmediaciones del mirador pues existe una altura vertical considerable y la protección es muy escasa.
Junto al mirador de Parrelos existe un pequeño y abrupto sendero, que si el agua no nos los impide, nos hará llegar hasta la poza que se encuentra a los pies de la espectacular fervenza.
Sin duda la Fervenza de Parrelos es uno de los lugares que más nos ha impactado de esta parte del Río Tea.
Espectacular, nos costó encontrar el camino pero merece la pena.