En frente a la entrada del monasterio de Carboeiro, vemos una señalización en un camino empedrado que desciende hasta el río Deza. Al seguir este, pronto nos damos cuenta de que se trata de un camino secular, el cual nos conducirá a un precioso puente, también centenario, llamado “Ponte do Demo”. Este fue, según la tradición, escenarios de múltiples asesinatos y atracos. Hace pocos años estuvo a punto de venirse abajo, pero gracias a la intervención de restauración, donde fue reforzado y arreglado, hizo que se conserve en aparentes buenas condiciones hasta hoy. Gracias a ello,ahora conservamos un formidable puente que por su entorno natural y su arquitectura merece la pena ser visitado.