Hasta poco después de 1969, la iglesia de Santa María de Castrelo de Miño dominaba un ancho valle de grandes y fértiles terrazas fluviales que formaban el río Miño. Su situación en lo alto de una solitaria loma que se adentraba en el valle hacía de este lugar, un lugar estratégico, pues se encontraba justo donde ese valle se estrecha, para adentrase entre las montañas de Galicia y Portugal. Después de este año, la iglesia domina gran parte del pantano que hoy cubre este valle de O Ribeiro.
Este pequeño montículo de 104 m también albergó hace más de 20 siglos un emplazamiento castrexo que se encontraba muy cerca de otro más grande localizado en el Coto do Castro, en el margen izquierdo del río. Ambos castros controlaban el acceso al estrecho valle que comienza en este punto. Como en muchos otros lugares de Galicia donde existían restos castrexos se levantó un templo cristiano seguramente con motivo de cristianizar aquellos lugares en donde es posible que se realizaran diversos ritos paganos alrededor de los restos históricos.
La historia de la iglesia de Santa María de Castrelo de Miño se puede remontar al siglo X en donde existió un monasterio dúplice, es decir dos partes separadas que eran habitadas por monjes y monjas. Finalmente acabaría siendo solo un monasterio femenino. Sabemos que en este monasterio fue abadesa Doña Goto, viuda del rey de Galicia Sancho Ordoñez. Otra historia de renombre nos cuenta el envenenamiento bajo sus muros del rey de León Sancho el Craso en el año 967. Después perteneció a la Orden de San Juan de Malta.
Del estilo original románico llegó hasta nuestros días una parte del ábside y una parte de la torre que se encuentra anexa a este. El ábside se encuentra adornado por unas magníficos y curiosos canecillos, así como una hermosa metopa. Esparcidos por el atrio donde se localiza el cementerio parroquial podremos apreciar diversos ornamentos posiblemente románicos o quizás anteriores. El resto de la iglesia fue reconstruida en 1763 en estilo barroco. La portada lateral fue construida en ese mismo año por Francisco da Costa. En el interior destaca el arco triunfal y las pinturas con escenas del Juicio Final del siglo XVI (1560).
La iglesia se encuentra junto a un núcleo arquitectónico popular de gran interés con lo que no debemos dejar de admirar las hermosas construcciones en su mayoría del siglo XVIII.
A los pies del montículo se localiza la presa de Castrelo y muy cerca se encuentra la también iglesia barroca de San Paio.