El Río Xallas discurre por las Terras de Soneira entre los concellos de Mazaricos y Zas. En la parroquia de Brandomil es donde empieza a acumularse el agua del gran Embalse da Fervenza. Se dice que aquí existía un importante cruce de vías romanas que comunicaban el norte de Galicia con las zonas costeras de Finisterre y otras zonas del sur. La conocida como Per Loca Marítima (Via XX) es muy posible que pasara por aquí. Pero no solo sabemos del pasado romano por estas vías, sino por las excavaciones de los últimos años que están sacando a la luz los restos de una antigua villa romana de considerables dimensiones.
Según algún arqueólogo, debajo de Brandomil se esconde la conocida e histórica población romana de Grandimiro o también llamada Claudomerius, perteneciente al itinerario de IV de Antonino. De ser así, en Brandomil se ubicaría uno de los grandes centros romanos del NO, sirviendo de paso hacia el interior para los que llegaban desde la costa.
Sobre el Xallas, al salir de la parroquia, se conserva uno de los puentes que a buen seguro sabemos de su pasado romano. Este se ubica junto a los restos de un castro que bien conocemos su unión posterior con las vías romanas de importancia. Es posible que este asentamiento fuera el germen de una población romana más importante que se arraigaría en Brandomil.
Por esto sabemos el pasado romano (s. I) de este puente que fue modificado posiblemente el la Edad Media, quizás sobre el siglo XI o XII. Más adelante, en el XVIII también fue ligeramente reforzado. La presencia romana en esta zona viene dada por las minas de estaño existentes en un punto llamado Limidiero.
El puente está formado por cuatro arcos de medio punto, uno de ellos más pequeño que los otros. Las diferencias constructivas de los arcos, varios de ellos con arquivoltas rehundidas, nos indican las diferentes épocas constructivas del puente. Los tajamares son triangulares aguas arriba y trapezoidales aguas abajo. Estos llegan hasta arriba formando apartaderos. Esta técnica constructiva nos indica de nuevo la reconstrucción posterior debido a que los romanos nunca llevaban los tajamares hasta la calzada, quedándose en el arranque de los arcos.
Siglos después de su construcción, Brandomil, fue paso de peregrinos que iban y venían de Santiago en su camino hacia la tumba del Apóstol o hacia el Fin del Mundo.
Debido a que la carretera AC-441 discurre por un moderno puente paralelo al «romano» ha permitido que este se encuentre en buen estado de conservación. Junto a él se creado un área recreativa que cuenta incluso con playa fluvial.