Acercarse a la Fervenza de Ézaro y no subir hasta aquí, es como llegar a la Catedral de Santiago y no visitar al Apóstol. Una dura subida desde la fervenza, nos conducirá hasta un lugar de una impresionante belleza y nos deleitará con unas de la mejores panorámicas de A Costa da Morte. El mirador se halla situado en un pico llamado Cruz de Pao, a 273 metros de altitud, muy cerquita do Alto Furado (397m).
Una vez en el mirador tan sólo tenemos que detenernos unos momentos para darnos cuenta de la impresionante estampa que tenemos ante nuestros ojos y a nuestro alrededor, 360º de verdadera magia. Hacia el oeste veremos la ensenada donde se encuentra la magnífica Fervenza de Ézaro, con su singular bahía que hacen que las aguas del Xallas se precipiten en forma de cascada directamente sobre el agua salada del océano. Hacia el norte, descubriremos uno de los puntos más occidentales de la península, Cabo Fisterra, el cual durante muchos siglos, fue considerado como el fin del mundo. A su derecha la preciosa villa de Fisterra. Se observa también, toda la bocana de la ría de Corcubión.
Muy cerquita tenemos a la pequeña población de Ézaro y la ensenada del mismo nombre, que alberga el recogido puerto deportivo. Una de las cosas que más nos llamará la atención, será ver como el río Xallas se embalsa en la presa de Santa Uxía, y como después sus aguas discurren por un vertiginoso y estrecho descenso hasta llegar a las aguas del mar. Hacia, el sur, el Pico de Peñafiel y el fascinante y granítico Monte Pindo, con Pena da Moa en su parte más alta. Nos llamará la atención la singularidad de las rocas esculpidas por el viento y el agua que hicieron de estos parajes un lugar mítico y mágico, dando lugar a misteriosas leyendas e historias de castillos y fortalezas en los alrededores. En el mar, la villa de O Pindo con As Illas Lobeira en frente.
El mirador consta de varias terrazas en tres alturas, en la que la más alta es una gran plaza enlosada donde se ubican las instalaciones de un edificio destinado al tratamiento de las aguas del embalse de Santa Uxía.
Aunque dañado por los incendios de la primera década del siglo XXI, aún podemos disfrutar de un entorno natural costero, que encumbra más este lugar.
Hermosos los paisajes, únicos y míticos, felicitaciones a Galicia.