Dicen que la Ría de Ferrol es la boca y que la Ría de Cedeira es el ojo de un dragón que su cabeza se dibuja en la geografía costera de las Rías Altas. Entonces el Cabo Prior sería la nariz de tal animal legendario. El Cabo Prior es una península que se adentra en el mar 3,7 kilómetros y que desde hace siglos sirvió como guía a los navegantes, militares y comerciantes, que cruzaban estos lares camino de Francia e incluso a las Islas Británicas.
La mayor de sus alturas alcanza los 153 metros en el conocido como Coto da Vela y así se forman acantilados que alcanzan los 100 metros de altura, sobre todo en su lado Oeste y Norte ya que hacia el este las pendientes son mucho más suaves. Exceptuando los altos de Monte da Cova y Coto do Monte Pequeño, el Cabo Prior se encuentra incluido en el LIC Costa Ártabra.
La península es un espectacular observatorio de especies marinas, sobre todo en su vuelo migratorio. La vegetación predominante es de matorral atlántico. Su costa también es un lugar magnífico para la práctica de la pesca. Cerca de este cabo encontramos bellas playas como la de O Vilar, Esmelle, San Xurxo, Ponzos o Santa Comba. Destacar los islotes conocidos como Os Cabalos. En el punto más al norte del cabo, a 90 metros de altura se erigió el Faro de Cabo Prior en el año 1853 cuya luz se encuentra a 7 metros del suelo y el alcance de las misma llega a las 15 millas marinas. En el año 1974 le llegó la electrificación y en 1993 perdió su señal acústica.
El cabo también fue utilizado, debido a su emplazamiento privilegiado sobre la entrada del Golfo Ártabro, para el emplazamiento de una batería militar construída en 1928. Esta formaba parte de un conjunto de baterías dispuestas sobre el citado golfo en A Coruña, Prioriño, y Campelo. Desde 1998 se encuentra abandonadas y en estado ruinoso. Diferentes asociaciones quieren que se conviertan en refugio de fauna ya que sus instalaciones se han convertido en moradas para muchas especies animales.
